Arelis Esmeralda Moreno López
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua. UNAN-Managua, Centro Universitario Regional, Estelí. CUR-Estelí, Nicaragua
https://orcid.org/0000-0001-9818-6015
aremorelo1507@yahoo.es
María Dolores Álvarez Arzate
Investigadora Independiente, Nicaragua
https://orcid.org/0000-0002-6836-1318
alvarez.arzate@gmail.com
26/10/2023
26/04/2024
Este artículo de revisión de literatura tiene como objetivo analizar la epistemología del término “Ecomuseo” que fue introducido por Georges-Henri Reviere y Hugo de Varin (1971), quienes indican que permite promover la sostenibilidad, la participación y el empoderamiento de la comunidad a través de enfoques innovadores y compartidos para la conservación del patrimonio cultural y natural. Su principal función consiste en la creación de un centro museístico centrado en la identificación individual, regional, comunitaria; se estableció con la participación de los residentes para promover el bienestar y el desarrollo de la comunidad local. Este enfoque único se extiende al estudio, conocimiento y comprensión de la naturaleza y contribuye a la toma de decisiones sobre cómo se construye la naturaleza y cómo se utiliza en la práctica, teniendo en cuenta sus beneficios y efectos benéficos. También esta teoría contribuye a la estabilidad cultural, social y económica de las comunidades a través de la participación pública activa. Las principales fuentes bibliográficas consultadas para este propósito se centraron en las prácticas, incluidos los procesos implementados para la formación de ecomuseos. La comprensión de este término está estrechamente relacionada con el conocimiento de estrategias y acciones para la mejora continua del desarrollo turístico a través de prácticas que preserven el patrimonio cultural y natural de las comunidades rurales. La creación del término “ecomuseo” permite evaluar esta forma de museo como un medio para preservar el patrimonio cultural y natural.
Desarrollo sostenible; turismo; patrimonio; ecomuseo.
This literature review article aims to analyze the epistemology of the term “Ecomuseum” which was introduced by Georges-Henri Reviere and Hugo de Varin (1971), who indicate that it allows the promotion of sustainability, participation and community empowerment through innovative and shared approaches to the conservation of cultural and natural heritage. Its main function is the creation of a museum center focused on individual, regional, community identification; it was established with the participation of residents to promote the welfare and development of the local community. This unique approach extends to the study, knowledge and understanding of nature and contributes to decision making on how nature is constructed and how it is used in practice, taking into account its benefits and beneficial effects. This theory also contributes to the cultural, social and economic stability of communities through active public participation. The main bibliographic sources consulted for this purpose focused on practices, including the processes implemented for the formation of ecomuseums. The understanding of this term is closely related to the knowledge of strategies and actions for the continuous improvement of tourism development through practices that preserve the cultural and natural heritage of rural communities. The creation of the term “ecomuseum” makes it possible to evaluate this form of museum as a means of preserving cultural and natural heritage.
Sustainable development; tourism; heritage; ecomuseum.
El objetivo de este estudio, como se ha indicado, es realizar una revisión conceptual y teórica de la noción sobre “ecomuseo” aplicada en diferentes estudios de casos exitosos en los países de Perú, México, Italia y España bajo las siguientes preguntas de investigación ¿Cuáles son los ámbitos de aplicación del concepto ecomueso en la dimensión territorial? ¿Cuál es la discusión teórica y/o práctica que existe actualmente sobre término ecomuseo? ¿Cuáles son las características apropiadas para aplicar el concepto en un territorio?
En la actualidad existen una variedad de museos, proyectos sociocultural y arqueológico considerado patrimonio nacional para describir historias de vidas auténticas, detallar características de un lugar representando el pasado de la población, su evolución, su identidad y sus valores.
Es decir que, en este caso se analiza el desarrollo y uso del concepto de ecomuseo que utilizan las diversas experiencias y reflexiones de individuos y grupos en todos los entornos, métodos de presentación y creación de la cultura específicamente en espacios rurales de acuerdo con la nueva teoría de la museología. Eve (2023) afirmó lo siguiente:
Desde su surgimiento en la década de 1970, la Nueva Museología ha cuestionado y desafiado las concepciones tradicionales de los museos como lugares pasivos donde los visitantes son meros espectadores. En lugar de ello, promueve la idea de los museos como espacios activos de interacción, aprendizaje y cocreación. En este enfoque, el público ya no es un receptor pasivo de información, sino un colaborador activo en la construcción del conocimiento y la interpretación cultural (párr. 1).
De acuerdo con esta definición, se puede decir que esta teoría desafía la perspectiva convencional del papel de los museos y aumenta la relevancia social y cultural de estas instituciones, acreditando que son espacios activos para reflexión, conocimientos e interpretaciones culturales. Además, contribuye al desarrollo de prácticas de gestión sostenible a largo plazo para valorar la historia y cultura local, la construcción de identidades y la preservación de la memoria colectiva.
En este sentido, se puede ejemplificar el caso de estudio realizado por Mendoza et al., (2021), donde menciona los beneficios sociales que está generando a la población la creación de ecomuseo en una Aldea en la isla de Gran Canaria, España, como proyecto comunitario.
Algunos de los beneficios sociales que podrían estar experimentando incluyen:
En otras palabras, al implementar esta teoría en territorios rurales se fortalece el sentido de pertenencia e identidad consolidado por esta conexión entre la comunidad y su patrimonio que fomenta un mayor compromiso con la conservación a largo plazo. El ecomuseo también puede ser un motor económico para las comunidades locales al atraer turistas que quieren conocer y apoyar iniciativas de preservación sostenibles.
A través de la presentación de este artículo argumentativo, se exploró el significado del ecomuseo y los beneficios que ofrece en términos de conservación del patrimonio cultural y natural, así como el impulso al desarrollo local en comunidades.
Se brinda un acercamiento del tema de estudio y es necesario identificar el concepto en el ámbito educativo, cultural y los beneficios de este, en las que se encuentran diferentes definiciones que adquiere diversas connotaciones, tal como lo expresan los siguientes enunciados:
De acuerdo, con la definición evolutiva del ecomuseo según UNESCO (1985) citando Reviere (1985), el fundador del movimiento de los ecomuseos, así lo explica: “Un espejo en que la población se contempla para reconocerse, donde busca la explicación en el que está enraizada y en el que se sucedieron todos los pueblos que la precedieron, en la continuidad o discontinuidad de las generaciones” (p. 4).
Es decir que, una de las características más importantes de la teoría sobre ecomuseo, es que se convierte en un componente de conexión entre lo local y lo integral de una comunidad donde interactúa activamente con su propio patrimonio para recrearlo, animarlo y mantenerlo vivo desde sus experiencias vividas, y la innovación de nuevos atractivos como complemento de la dinámica económico en cada comunidad.
Asimismo, uno del elemento trascendental del contexto es el indicador de la sostenibilidad del patrimonio cultural como apoyo a las industrias creativas, la promoción de la diversidad cultural y la inversión en la conservación de sitios históricos pueden ser algunos de estos indicadores relevantes. Es decir que, la comprobación de la sostenibilidad cultural es esencial para garantizar la continuidad del patrimonio en el tiempo y fomentar su integración en el desarrollo sostenible de las comunidades.
Por lo que, en este marco se sintetiza en un indicador compuesto que ofrece una primera aproximación de la gestión y el uso sostenibles del patrimonio a nivel nacional, y del grado en que se encuentra un equilibrio adecuado entre aprovechar hoy el legado del pasado y preservar y potenciar esa “riqueza frágil” para las generaciones futuras (UNESCO, 2014a, p. 133).
Cabe mencionar que, esta gestión del patrimonio debe incluir y llevar a cabo una serie de actividades en áreas de la administración, conservación, investigación, educación e implicación de manera sensibilizada y con respeto partiendo del contexto, valorando el impacto de la interacción entre la actividad humana y el medio ambiente y las perspectivas con respecto a ideas, objetos, lugares y tradiciones.
Es decir que, el concepto anterior dado por Reviere (1985), indica que un ecomuseo es una interpretación, un laboratorio, un conversatorio y una escuela que inspiran en principios comunes. La cultura a la que pertenecen debe entenderse en un sentido amplio, independientemente de la clase social.
A continuación, se mencionan las tres dimensiones de los beneficios sobre los ecomuseo señaladas por Mendoza et al., (2021), retomando la experiencia de Isla de Gran Canaria, España:
Entonces, se puede decir, que uno de los principios básicos del ecomuseo según Eve (2023), es que:
“une a su comunidad hacia un objetivo único, en aquellas diferentes iniciativas que se vienen planteando en nuestra comunidad y haciéndolo con dinamismo y solidez. Son relevantes por su enfoque sobre formas sostenibles de desarrollo de la comunidad” (párr. 4).
Hay muchos factores interesantes que entran en este esfuerzo en conjunto, como lo es el patrimonio, ya que las comunidades contribuyen a dar respuesta a las economías globalizadas, cambiantes en ambientes caóticos y ofrecen la posibilidad de encarar una serie de transformaciones sociales. Eve (2023) citando a Walker y Salt (2006), plantean que:
“el patrimonio histórico es una consideración importante, pues las personas necesitan apreciar la historia de sus comunidades y disfrutar de sus paisajes, si es que realmente buscan entender su potencial de adaptación al futuro” (párr. 11).
Es así como, uno de los elementos inspiradores para aplicar este estudio es la revisión y análisis de literatura sobre estudios de casos exitosos aplicados en otros países donde se han establecido Ecomuseo como: Parque Cultural Miraflores España, Túcume Perú, Ecomuseo en la provincia de Manabí Ecuador, Ecomuseo Las Terrazas Cuba.
Según estas experiencias se puede afirmar que, el éxito del ecomuseo está estrechamente vinculado con su aceptación y reconocimiento por las poblaciones que lo albergan y, por otra, que de ese éxito emanan devoluciones a la población en forma de generación y conservación de vínculos sociales e idiosincrasia (Mendoza et al., 2021).
Igualmente, cabe señalar que es de gran interés el estudio de los ecomuseos no solo desde el punto de vista turístico, sino también porque son un medio para fortalecer y revitalizar una región culturalmente.
En concreto, se trata de un tema donde aún queda espacio de trabajo para la definición de buenas prácticas que sirvan de guía para los gestores turísticos que pretendan implementar nuevas iniciativas de este tipo con el propósito de resaltar el valor, los recursos patrimoniales de sus territorios que permitan a la gente enriquecer el conocimiento de su propia vida, del lugar en que se vive, de su cultura y su historia.
Por ejemplo, la amplia gama de actividades que se llevan a cabo en el ecomuseo enriquece la experiencia del visitante, ayuda a preservar el patrimonio local. Los ecomuseos suelen ofrecer programas educativos para personas de todas las edades, lo que permite a los visitantes aprender sobre la historia y la biodiversidad de la región de una manera interactiva y atractiva. Estas iniciativas promueven un turismo sostenible y responsable fomentando la conciencia ambiental y el respeto al patrimonio cultural.
En definitiva, especial mención merecen los ecomuseo porque van orientados a destacar la identidad de un territorio presentando información observable y científica con un estudio detallado sobre las situaciones naturales, culturales, costumbres y tradiciones locales para compartir historias a través de su forma y manera particular de vivir.
Por lo tanto, se anima a la comunidad a participar en el desarrollo creando conciencia crítica de la comunidad y las personas circundantes, ayudando a resolver problemas locales para lograr mejoras en los campos económico, social y político. Las relaciones dinámicas y fluidas son esenciales para la conservación del patrimonio.
El tipo de investigación con la que se realizó este artículo es la revisión de literatura, este tipo de investigación resume el conocimiento actual, identifica tendencias, evalúa la calidad de la investigación y proporciona nuevas interpretaciones o conclusiones.
Algunos criterios de inclusión y exclusión tomados en cuentas son:
Criterios de inclusión
Criterios de exclusión:
Este artículo se desarrolló en tres etapas.
La metodología utilizada para recuperar información sobre ecomuseos a partir de artículos, páginas web y repositorios puede variar según los recursos disponibles y la profundidad de la investigación deseada. Sin embargo, aquí hay una posible metodología que se puede seguir:
Identifique sus objetivos de investigación: Es importante tener claros los objetivos de su investigación, por ejemplo, conocer la historia de los ecomuseos y su impacto en la conservación y gestión del patrimonio cultural y natural.
Buscar bases de datos académicas: busque artículos académicos relacionados con ecomuseos utilizando bases de datos sitios web especializados para obtener información actualizada y especializada en los campos de la museología, el patrimonio cultural y el turismo. Algunas organizaciones relevantes pueden incluir el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Eve museografía, Google académico.
Del mismo modo se pueden utilizar palabras clave como "ecomuseo", "museo sin paredes", "patrimonio cultural" y "desarrollo sostenible".
Consulta los repositorios institucionales de universidades y centros de investigación para encontrar trabajos, informes y otros documentos relacionados con el ecomuseo que corresponden a la procedencia de estudios desarrollados en el seno académico que refieren a las ciencias sociales, fundamentalmente en el área de historia, geografía, arqueología y sociología.
Una vez recopilada la información, es importante analizarla críticamente para identificar tendencias, enfoques teóricos y prácticos y conclusiones relacionadas.
Citas y referencias: siga los estándares de estilo académico apropiados. Esta metodología se puede adaptar a las necesidades y alcance de la investigación del ecomuseo.
El estudio se base en el conocimiento y comprensión de la naturaleza, y contribuye a la toma de decisiones sobre su construcción, uso y beneficios. La participación pública activa en los ecomuseos contribuye a la estabilidad cultural, social y económica de las comunidades.
Para comprender mejor este enfoque, se realizó una revisión de la literatura que se centró en las prácticas y estrategias para la formación de ecomuseos.
Taxonomía de los museos
De acuerdo con Hernández (2019) citado por Ochoa et al. (2021), las funciones principales de un museo son la colección, preservación, investigación, distribución y educación. De esta forma, se reconocen las importantes funciones de los museos en el orden social, al ser herramienta de promoción de conocimientos, educación, cultura y valores, contribuyendo así con la formación y el fomento de la identidad social ( p. 442).
De acuerdo, con la definición evolutiva del ecomuseo según UNESCO (1985) citando a Reviere (1985), el fundador del movimiento de los ecomuseos, así lo explica: “Un espejo en que la población se contempla para reconocerse, donde busca la explicación en el que está enraizada y en el que se sucedieron todos los pueblos que la precedieron, en la continuidad o discontinuidad de las generaciones” (p. 4).
Por tanto, es necesario establecer una estrecha relación de cooperación con la sociedad diversificando los servicios públicos e introduciendo beneficios sociales. También sirve como recreación y entretenimiento a través de actividades que educan e informan dinámicamente diversos aspectos de la historia del desarrollo humano.
Asimismo, las instituciones museísticas cumplen con la función ideológica a través de la cual se persigue la formación de valores sociales, el diálogo, la confrontación de ideas, conceptos y conocimientos. Esta contribución de los museos facilita la valoración y reivindicación de la historia de una localidad, región o país (Ochoa et al., 2021, p. 442).
De la misma manera Ochoa et al. (2021), asegura que existen varias taxonomías de museos basadas en temáticas, colecciones y objetivos sociales, entre otros. Entre estas se encuentran la que clasifica a estas instituciones según la temática que aborda:
Aplicación de La nueva museología
Para hablar de ecomuseo es conveniente reconocer la teoría de la “Nueva Museología» en la década de 1970, se centran en dar soporte a la sociedad y pretenden que el concepto de museo como un edificio sea remplazado por la idea de «museo como lugar», en el que la naturaleza, la cultura y la historia de un lugar se pueda mostrar de un modo holístico, de tal modo que la interpretación permita que las raíces de la población local sean valoradas y entendidas.
“Un acto didáctico para el ecodesarrollo” fue el lema utilizado en la Declaración de Oaxtepec por el seminario internacional que con el título “Patrimonio territorial ecomuseos comunitarios: el hombre y su entorno” se organizó en 1984 en esa ciudad mexicana. Y como afirma Alpha Konaré en su artículo de este número: “El ecomuseo como forma de participación y de gestión podría constituir un adelanto decisivo en el campo de la cultura y, por lo mismo, de la vida en general” (UNESCO, 1985, p. 184).
Es decir que, como lo hace notar Torres (2012), citado por Riviére (1993):
Para el año 1993, se creó y codificó los principios del modelo de acción ecomuseo, como museos cuya principal característica suponía presentar una síntesis integradora de las relaciones entre el hombre y su medio natural en el tiempo y en el espacio desde una aproximación interdisciplinaria (p. 186-220).
En cualquier caso, la nueva museología abre un campo de posibilidades hasta ahora inexistente y en gran medida inexplorado al desarrollar un marco teórico para iniciar acciones concretas de acuerdo con los procesos patrimoniales de las comunidades.
Así entendido un ecomuseo es un arma poderosa para la construcción de nuevos significados, productos patrimoniales y medios para su puesta en valor. El patrimonio cultural pasa de ser percibido como algo ajeno a la comunidad, a ser valorado como algo propio y apreciado, como un elemento útil de reflexión que contribuye a generar autoestima, a la transformación de la población y al desarrollo local (Fernández et al., 2014, p. 123).
En este sentido, el concepto de ecomuseo debía convertirse en elemento de refuerzo de la memoria colectiva de las comunidades, y a partir de esta base, concebirse como un instrumento para el crecimiento económico, social y político de la sociedad de la que surge (UNESCO, 1985).
En 1974, esta experiencia tomó el nombre de Ecomuseo y las nuevas perspectivas que abría irían a enriquecer la reflexión, principalmente sobre la territorialidad de su radio de acción y sobre la participación de los habitantes; en lo sucesivo, el prefijo “eco” aludiría tanto al entorno natural como al social. Así pues, los Ecomuseos son el resultado de dos planteamientos de orígenes en cierto modo opuestos; por una parte, un siglo de reflexión sobre los museos, concluida y sintetizada por Georges Henri Rivière, que encuentra inmediatamente eco en el público debido a sus pre- ocupaciones esenciales: ecología y etnología regional; por otra parte, la necesidad de crear un nuevo tipo de museo que exprese la aspiración de participación y autogestión (UNESCO, 1985. p. 187).
De este modo se detalla que la palabra griega oikos se puede traducir como “casa”, y de ahí deriva el sentido que adopta el prefijo “eco” en el término Ecomuseo. Se trata pues de un espacio dedicado al hogar de quienes constituyen el museo, es decir, a la propia comunidad y región en sus múltiples aspectos: cultura, historia, personajes, tradiciones, cambios, problemáticas y por supuesto también las características naturales, geográficas y climatológicas del lugar (Gutiérrez y Martínez, 2019, p. 10)
Dentro de este marco, se aduce que la museología es la ciencia que tiene por objeto de estudio al museo y sus diversos aspectos; mientras que la museografía es un cuerpo de técnicas que permite resolver los problemas concretos de dichas instituciones (Ortiz Maciel, 2000, p. 8).
Como lo asegura EVE (2022), el estudio de la museología es basado en una rama de las humanidades que trata de los museos, su historia, su influencia en la sociedad y las técnicas de conservación y catalogación (párr. 3).
Por consiguiente, se agrega la reflexión ¿Será que en aquella época no se pudo formar claramente el concepto de museología como ciencia? ¿Entonces se puede hablar de museología como ciencia? Dado que la museología ha sido reconocida como una disciplina de una forma u otra en la filosofía y la historia de la ciencia durante más de 150 años.
Más bien, es más apropiado estudiar cómo la museología se ha desarrollado a lo largo del tiempo y cómo ha contribuido al desarrollo de las ciencias sociales y las humanidades. El enfoque interdisciplinario de la museología le ha permitido integrar varias disciplinas, incluidas la antropología, la historia, la sociología y la educación, para comprender mejor el papel de los museos en la sociedad.
Además, la museología se ha vuelto fundamental para la profesionalización de la gestión de los museos y la promoción de prácticas éticas y sostenibles en el sector museístico. Aunque los estudios de museos no pueden considerarse una ciencia en el sentido tradicional, no se puede subestimar su importancia y relevancia como disciplina académica y profesional.
Para llegar a esto, los museos a lo largo de la historia han tenido numerosas transformaciones; las más importantes acaecieron en los años sesenta y setenta del siglo XX, donde aparecieron voces que revolucionaron el sentido y la razón de ser de estas instituciones, otorgando mayor protagonismo al ser humano que a los bienes que en ellas se custodiaba (Navajas, 2020, p.1).
La museología trata de comunicar un conocimiento museológico fundamentado en una variedad de respuestas, las cuales son revelaciones de la realidad particular de cada museo en la cual se intenta integrar los objetivos hacia el progreso comunitario.
Similitudes en los territorios aplicados los ecomuseos
Debido a esto, se ejemplifica el caso exitoso del ecomuseo como comunidad educadora de Nayalit, México. La promoción social se entiende como el proceso de sensibilización y organización comunitaria que facilita identificar a las personas, familias y grupos clave que formarán el grupo, comité o junta vecinal encargados de impulsar la creación del ecomuseo, así como establecer las estrategias de organización para la planificación y ejecución de todas y cada una de las actividades que hacen posible la creación y funcionamiento de este.
En otras palabras, la creación del Ecomuseo es de suma importancia como pilar principal, y en este concepto se basa sin duda el éxito de nuestro trabajo en la sociedad. Me refiero al concepto de promoción social.
La promoción social es un proceso teórico y metodológico de investigación, evaluación, organización, planificación y promoción de las acciones necesarias para imaginar y hacer realidad la existencia de un ecomuseo.
El encuentro de ecomuseos, celebrado en Biella (Italia) en octubre de 2003, país que se ha destacado por el impulso de este tipo de espacios museísticos, logró exitosamente que se analizara ampliamente la situación y las perspectivas de los ecomuseos italianos, como una forma alternativa de investigar, conservar, valorar, dignificar y difundir el patrimonio natural y cultural de los pueblos y regiones, llegando a las conclusiones siguientes (Méndez, 2017, p. 6).
Ecomuseo
Definición y características del ecomuseo:
Una vez alcanzada la importancia del concepto de ecomuseo se comprende cómo es un tipo de museo que no se limita a un espacio físico cerrado, sino que se extiende a una cierta área geográfica que engloba el patrimonio cultural y natural de una comunidad. Se caracteriza por su enfoque participativo, donde la comunidad local desempeña un papel activo en la toma de decisiones y la gestión del museo. Además, busca la sostenibilidad ambiental y social, promoviendo un desarrollo equilibrado y respetuoso con el entorno.
También se ha añadido un ecomuseo y mapas comunitarios, que son herramientas para la enseñanza de la historia y el patrimonio. Italia
Los ecomuseos, concebidos inicialmente como herramientas para proteger las huellas de las sociedades rurales en un momento en que la urbanización, las nuevas adquisiciones tecnológicas y los consiguientes cambios sociales representaban un riesgo real de completo olvido de un patrimonio cultural milenario, han asumido con el paso del tiempo un nuevo valor fundamental en la afirmación del fenómeno, introducido en la museología y que subraya la creciente participación y la implicación activa de la comunidad en la conservación del patrimonio cultural (Borghi, 2017, p. 252).
De la misma manera se considera que la museología social como herramienta del cambio en museos al aire libre no se pueden considerar estrictamente como el preludio de la ecomuseología como pasó en otros lugares de Europa, Francia y Países Nórdicos fundamentalmente, ya que en el caso japonés son una consecución de decisiones políticas de emergencia para recuperar un patrimonio en peligro de destrucción tras el frenético desarrollo industrial y tecnológico que estaba sufriendo Japón tras la Segunda Guerra Mundial (Navajas, 2012. p. 248).
Los ecomuseos normalmente toman en cuenta tanto el edificio del museo en sí mismo como los entornos humanos y naturales que lo rodean, y aunque están abiertos a los visitantes, su objetivo principal es servir a los intereses de la comunidad en lugar de atraer turismo o generar ingresos (Graybeal, 2010, p. 12).
Un museo tradicional tiene tres características principales: un edificio, colecciones y un auditorio. Un Eeomuseo pretendía una visión más holística. El edificio sería entendido como el lugar en el que habita una comunidad, es decir, un territorio. Si nos encontramos en un territorio ya no tenemos una colección de objetos, sino que poseemos un patrimonio (natural y cultural). Y, por tanto, ya no tenemos solo un público, sino que tenemos habitantes (Navajas, 2012, p. 243).
De acuerdo con Borghi (2017), los museos tradicionales se ocupan de la colección, preservación, investigación, evaluación y exhibición de evidencia material de las personas y el medio ambiente, los ecomuseos se centran en el territorio como un elemento internamente vinculado a los procesos sociales. Además, a diferencia de los museos tradicionales, que se caracterizan por presentar contenidos al público, los ecomuseos consideran a las propias personas como el elemento más importante.
Riviére y De Varine (1989), realizaron un estudio sobre la definición de Ecomuseo llegando a concluir que la población es el reflejo de su historia, de sus tradiciones y de sus valores, un reflejo que se proyecta en cada rincón del territorio, en cada gesto y en cada palabra. Es a través de este espejo que se puede comprender la verdadera esencia de un lugar, de su gente y de su cultura.
Paralelamente se afirma que "Los ecomuseos son herramientas que el poder político y la gente crean, producen y utilizan juntos. Aproveche los expertos, las herramientas y los recursos disponibles. Se basa en las personas, sus aspiraciones, conocimientos y características. Un espejo, donde la población se contempla para reconocerse, donde busca la explicación del territorio en el que está enraizada y en el que se sucedieron todos los pueblos que la precedieron, en la continuidad o discontinuidad de las generaciones” (UNESCO, 1985, p. 5).
“Un espejo que la población ofrece a sus huéspedes para hacerse entender mejor, en el respeto de su trabajo, de sus formas de comportamiento y de su identidad” (EVE, 2016, párr. 2).
Ahora bien, se presenta una tabla de más inmediata comprensión sobre la diferencia entre museo y ecomuseo:
Figura 2. Comparativa Museo-Ecomuseo
Museo | Ecomuseo |
---|---|
= Edificio + Colecciones + Expertos+ Técnicos |
= Territorio + Patrimonio + Memoria+ Población |
Nota: La figura representa una comparativa de los términos museo y ecomuseo para su mejor comprensión. Tomado de los ecomuseos: para una educación comunitaria al patrimonio Borghi, (2017).
En otras palabras, las instituciones museísticas cumplen con la función ideológica a través de la cual se persigue la formación de valores sociales, el diálogo, la confrontación de ideas, conceptos y conocimientos. Esta contribución de los museos facilita la valoración y reivindicación de la historia de una localidad, región o país (Ochoa, 2021. p. 442).
Una expresión del hombre y de la naturaleza, una expresión del tiempo, una interpretación del espacio, un laboratorio, ya que contribuye al estudio del pasado y del contemporáneo de la población y de su ambiente, un centro de conservación, en la medida en que ayuda a preservar y valorizar el patrimonio natural y cultural de la población, una escuela (EVE, 2016, párr.5).
Otros estudiosos han trabajado en la propuesta de definiciones cada vez más exhaustivas, entre ellos Davis (1999), quien ha identificado cinco criterios fundamentales de la identidad ecomuseística:
De manera similar, se indica que la Combinación de Lugar y Voz en los ecomuseos han llegado a cumplir una serie de funciones como instituciones educativas, centros de preservación histórica y sedes de activismo comunitario, dándole a los miembros de la comunidad una voz para su auto representación y estableciendo puentes entre el pasado, el presente y el futuro (Graybeal, 2010, p. 6).
En la negociación y redefinición a nivel local de hasta los parámetros físicos del museo, el ecomuseo constituye un modelo único para la conservación democrática del patrimonio y la educación en esa línea.
Por ejemplo, Graybeal, (2010), explica que, para el turismo alternativo, es el paraguas más amplio que abarca el turismo cultural y la mayoría de las formas de nueva museología, alude a cualquier forma de turismo que sea consistente con los valores comunitarios, naturales y sociales, y las experiencias compartidas entre los visitantes y los residentes de la comunidad; es un enfoque fundamentalmente democrático para preservar y educar dentro de las comunidades (p. 17).
Características del ecomuseo para su aplicación:
En estas líneas se recogen un mínimo de condiciones que debe cumplir una experiencia Ecomuseal (Navajas, 2015, p. 33).
De tal modo que, Navajas (2015, p. 33), afirma que una de las características de los ecomuseo no busca, por tanto, una eficacia técnica institucional sino el desarrollo de una conciencia crítica comunitaria, afirmando que:
Es un instrumento privilegiado del desarrollo comunitario, el cual no alude en primera instancia al conocimiento y a la puesta en valor de un patrimonio; o se pretende constituir como un simple auxiliar de un sistema educativo, informativo o del progreso cultural y de la democratización del acceso a la cultura. Sino que es una forma de liberar (pedagogía de la liberación) la iniciativa y acción comunitaria con unos objetivos comunes.
Es por lo que, el concepto del Ecomuseo fue introducido por el museólogo francés Hugues de Varine-Bohan en 1971, destaca las diferencias entre los museos tradicionales y el ecomuseo, planteado originalmente por George-Henri Riviere. El ecomuseo se centra en la relación entre las comunidades locales y su entorno, destacando la importancia de la participación activa de la comunidad en la gestión y preservación del patrimonio cultural y natural (UNESCO, 1985).
Del mismo modo, el ecomuseo, institución museal que asocia el desarrollo de una comunidad a la conservación, presentación e interpretación de un patrimonio natural y cultural detentado por la misma comunidad, representativo de un medio de vida y de trabajo en un territorio dado y de la investigación vinculada al mismo (Desvallées y Mairesse, 2010).
“El ecomuseo (…) expresa las relaciones entre el hombre y la naturaleza a través del tiempo y del espacio de un territorio”; se compone de bienes de interés científico y cultural reconocidos, representativos del patrimonio de la comunidad a la que sirve: bienes inmuebles no edificados, espacios naturales salvajes, espacios naturales intervenidos por el hombre; bienes inmuebles edificados, bienes muebles, bienes fungibles (p. 199).
Discusión teórica del ecomuseo:
Davies (1999), sitúa el ecomuseo en el centro de tres ámbitos: el museo, el medio ambiente y la comunidad.
De igual modo Maggi (2009), hace referencia al mismo concepto que este grupo, la creatividad y la experimentación son más valoradas que la conformidad y la uniformidad. Cada miembro aporta su propia perspectiva única y contribuye al crecimiento colectivo a través de la colaboración y el intercambio de ideas. Juntos, desafían las normas establecidas y buscan nuevas formas de expresión y de pensamiento. Es un lugar donde la innovación florece y donde la individualidad es celebrada.
Es decir que, el ecomuseo es un museo basado en un acuerdo por el cual la comunidad asume la responsabilidad de su territorio y se suma a su entorno en una red local con todos los actores.
Un ecomuseo debe utilizar sus recursos para poner en valor la vida silvestre local y otros atractivos tangibles como la música, las ceremonia tradicionales y ciertos aspectos del patrimonio inmaterial. Esto implica que los ecomuseos debe diseñarse no solo en función de sus características tangibles, sino que también deben promover enfoques sobre la inmaterialidad de las cosas, para fomentar desde ellos el aprendizaje, la didáctica, y el desarrollo cultural (EVE, 2017, párr. 11).
Cabe señalar que son enfoques holísticos de la participación de la comunidad, a partir de sus culturas, tradiciones y estilos de vida actuales, con el fin de que las personas puedan adaptarse a los cambios y al crecimiento promoviendo su región haciéndola única, cuidando su patrimonio para darle un sentido histórico de lugar.
Sin lugar a duda uno de los objetivos es lograr un desarrollo sostenible y equitativo promoviendo el sentido de pertenencia y responsabilidad en la sociedad y fomentando la cooperación y el trabajo en equipo. Otro objetivo es empoderar a la población local para que desempeñe un papel clave en su propio desarrollo, respete sus identidades y promueva la diversidad cultural como valor central en la construcción de una sociedad más inclusiva y justa.
Los ecomuseo deben ser diseñados para generar una experiencia de lugar, promoviendo y reforzando la identidad de sus comunidades, de las personas y de su patrimonio natural y cultural. Los ecomuseo proporcionan una oportunidad para que las comunidades participen activamente en el desarrollo de las relaciones dinámica y fluidas, no solo para activar sus economías, sino también para compartir y ayudarnos a aprender a partir de sus historias, a través de su forma y manera particulares (EVE, 2017, párr. 15).
Así mismo, se detalla que los museos comunitarios participativos y los ecomuseo surgen como respuesta a las necesidades y deseos de las personas que viven y trabajan en una comunidad que buscan involucrarse de forma activa en pro del desarrollo de su comunidad desde su planificación hasta su ejecución y funcionamiento (Carmona, 2011, p. 119).
En estas líneas se expresa el principal interés de esta herramienta de la teoría del Ecomuseo que aportar a la cultura y conservar sus valores se puede definir únicamente por parte de la intuición humana y de la interpretación basada en el conocimiento enriquecido y gestionado como una alternativa de desarrollo comunitaria sustentada y aterrizada en este momento desde los lineamientos del plan nacional de lucha contra la pobreza y aportan al cumplimento de los ODS.
En resumen, se puede decir que ecomuseo es:
Un espacio para la participación, reflexión y aprendizaje del colectivo social, que tiene como objetivos principales la promoción, sensibilización y organización comunitaria, para generar múltiples procesos de investigación, valoración, conservación, educación y difusión del patrimonio histórico, cultural y ambiental de una comunidad en un territorio determinado, fundamentalmente con fines educativos para el fortalecimiento y afirmación de la identidad de una comunidad y que contribuya al mejoramiento progresivo de sus condiciones de vida (Méndez, 2019, párr. 39).
Desde una perspectiva epistemológica, el término "ecomuseo" puede ser estudiado desde diversas disciplinas, como la antropología, la geografía, la historia o la sociología. Cada disciplina puede contribuir a la comprensión del ecomuseo desde diferentes enfoques y perspectivas.
La epistemología del término "ecomuseo" busca comprender cómo se ha construido el conocimiento sobre esta práctica y cómo se aplica en la actualidad, con el objetivo de mejorar la comprensión y la práctica del ecomuseo como herramienta para la preservación del patrimonio cultural y natural.
El término "ecomuseo" fue acuñado en la década de 1970 por Georges Henri Rivière para describir un tipo específico de museo centrado en la relación entre la comunidad local y su entorno natural y cultural. El enfoque del ecomuseo se basa en la participación de la comunidad en la gestión y preservación de su patrimonio, y en la promoción del desarrollo sostenible.
El concepto de ecomuseo es una herramienta innovadora que, a través de su enfoque participativo y su enlace con la comunidad local, promueve la conservación del patrimonio cultural y natural. Además, impulsa el desarrollo sostenible al generar oportunidades económicas y promover prácticas respetuosas con el entorno. El ecomuseo se revela como una forma de preservar el pasado, comprender el presente y construir un futuro más armonioso para las comunidades y el medio ambiente.
El ecomuseo se presenta como un medio para preservar y dar a conocer el patrimonio cultural y natural de una comunidad. Al abarcar un área geográfica más amplia, se logra una perspectiva integral del patrimonio, fomentando su valoración, investigación y documentación. El ecomuseo se convierte en una plataforma para la conservación de tradiciones, costumbres, conocimientos ancestrales y elementos naturales únicos que de otra manera podrían perderse en la vorágine del desarrollo urbano.
Uno de los pilares fundamentales del ecomuseo es la participación de la comunidad local en todas las etapas de su gestión. Esto implica que los habitantes de la zona se convierten en actores clave en la valorización, promoción y protección de su propio patrimonio. La participación comunitaria no solo empodera a los habitantes, sino que también favorece el intercambio intergeneracional de conocimientos y fortalece el sentido de identidad y pertenencia.
Un ecomuseo bien gestionado puede convertirse en un motor de desarrollo sostenible para las comunidades locales. Al atraer a visitantes interesados en la cultura y la naturaleza, el ecomuseo impulsa el turismo responsable, generando empleo y oportunidades económicas para los residentes. Además, la promoción del patrimonio cultural y natural puede fomentar la conciencia ambiental y la adopción de prácticas sostenibles por parte de la comunidad.
Asimismo, el ecomuseo puede servir como un espacio educativo para las generaciones más jóvenes, transmitiendo conocimientos sobre la historia, tradiciones y valores de la comunidad. Esto contribuye a fortalecer el sentido de identidad y pertenencia de los habitantes locales, promoviendo la preservación de su patrimonio cultural y natural para las futuras generaciones. En resumen, un ecomuseo bien gestionado no solo enriquece la oferta turística de la región, sino que también contribuye al desarrollo integral y sostenible de las comunidades locales.
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