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Condiciones de vida y estrategias familiares de trabajo de los cortadores de café
Revista Humanismo y Cambio Social. Número 10. Año 4. Julio-Diciembre 2017 Pág 116-125
en vehículos de recorrido asignados por los productores. Ambos grupos durante el trayecto
constantemente se enfrentan a riesgos por múltiples factores, principalmente naturales como
las intensas lluvias, provocando que los caminos y trochas se dañen, sin olvidar las numerosas
quebradas que se crecen. Partiendo de esto, queda claro que la seguridad en el traslado a
las ncas es una de las condiciones indispensables que se deben garantizar a quienes viajan
diariamente. María José Herrera, una joven cortadora de café originaria de la comunidad La
naranjita que viaja a diario, comenta acerca de cómo son las condiciones que les brindan:
Son buenas, a nosotros nos llegan a traer en buenas camionetas, no en
cualquier cosa, le hablo de camionetas nuevas a las que le ponen tablones
y si hay cuestas muy grandes el que maneja ya nos dice que nos bajemos,
pues por nuestra propia seguridad. (M. Herrera, Comunicación personal, 23
de septiembre de 2017).
Sin embargo, aun cuando el estado físico y automotor de las camionetas
junto con las precauciones que se toman puedan considerarse apropiadas,
la capacidad de estas es excedida; alrededor de quince a veinte personas
viajan en cada medio de transporte.
Las ncas más grandes, al no lograr abastecer en su totalidad la demanda
de mano de obra con cortadores del municipio, reciben trabajadores
temporales provenientes de otras zonas del país, albergándolos dentro de
las mismas. Don Alejandro Torres Matute, cortador con trayectoria, asegura
haber trabajado en distintas ncas a lo largo de sus años, considerando que
las condiciones de alojamiento en cada una varían. Él describe brevemente
la estructura y condiciones en las que generalmente se encuentran los
llamados campamentos.
Esos campamentos son como casonas de tablas, toditas (…) sí tienen buenas condiciones de
aseo cuando se las entregan a los corteros, pero después la limpieza depende de cada uno, lo
que sí es que no hay camas, sino que son como tablones sin colchones ni nada; bueno, algunos
sí tienen unas como sábanas, pero normalmente cada quien lleva esas cosas (…); pero yo no
considero que sean apropiadas (A. Torres, comunicación personal, 23 de septiembre de 2016).
Como áreas de aseo personal próximas a las casonas se encuentran letrinas y sitios de
baño asignados para los cortadores. El espacio físico de estos campamentos, aun cuando
no es considerado por aquellos que permanecen en el mismo como el más óptimo para una
satisfactoria apropiación del lugar, es aceptado sin ninguna exigencia a causa de la necesidad
de trabajar y aprovechar los periodos; por tanto, este resulta ser su mejor opción, puesto que el
alojamiento no tiene ningún tipo de costo.
Al inicio de cada jornada que tiene una duración de ocho horas, el capataz se encarga de la
organización del trabajo con la asignación de los surcos. Las herramientas de trabajos, canastos
y sacos son proporcionados en las ncas, a excepción de los garabatos –herramienta que facilita
cortar el café de árboles altos-, mientras las medidas de protección personal son asumidas por
los mismos cortadores. Un adolescente cortador de café de la comunidad Quebrada Grande, al
abordar las medidas de protección básica que tienen que llevar al ir a cortar, comenta: “Nosotros
tenemos que ir con botas de hule, por el lodo, camisa manga larga, pantalón por los animales
y capote porque llueve y nos podemos enfermar” (H. Molina, Comunicación personal, 25 de
septiembre de 2017).
Fuente: Propia