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Revista Humanismo y Cambio Social. Número 3. Año 2. Abril-Julio 2014
IDENTIDAD NACIONAL Y TELEVISIÓN: POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN Y CULTURA ...
Felipe Canova Gonçalves /
Elen Cristina Geraldes
Pág. 25-37
Evidentemente, la idea de identidad
nacional pasa por una construcción del
“ser nacional” mediada por el Estado,
evidente desde el punto de vista histórico
en la intervención estatal en la cultura,
sin importar si los regímenes son o no
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los países subdesarrollados de América
Latina, como los países del primer mundo
pasaron por “procesos de valoración de las
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S8QHMHPSORSODQWHDGRSRUHODXWRUHV
la idea de “britanicidad”, promovida por
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reanudación de los “valores propios”, con
HOÀQGHDWHQXDU\RGLVROYHUORVFRQÁLFWRV
de clase en el pueblo británico. Esta
práctica de carácter hegemónico, consistió
en la “preparación de un discurso sobre la
cultura nacional británica basada en el re-
descubrimiento y re-valoración de la edad
GHRURGHO,PSHULR%ULWiQLFRµS
Aunque Ortiz reconozca una de las
opciones elegidas por el estado dictatorial
EUDVLOHxR GH XQD LGHQWLGDG
QDFLRQDOIRUMDGDSRUPHGLRGHODWHOHYLVLyQ
QHJDQGRRWUDVSRVLELOLGDGHV\H[FOX\HQGR
la contribución de los grupos populares,
no cree que este sea un concepto
monolítico. La identidad para este autor,
implica relaciones de poder, elecciones,
intercambios, y en cada momento histórico
se puede restablecer de forma más o menos
plural. En este sentido, importan más
OD WHQVLyQ \ OD IXHU]D GH HVRV FRQÁLFWRV
que ven la cultura como un espacio de
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otro.
Una pregunta que surge de estos elementos
en discusión es cómo relacionar la identidad
nacional con la pluralidad de las identidades
propias de la contemporaneidad. Uno de
los desafíos en la construcción de nuevas
políticas públicas para la cultura y la
comunicación es el cuestionamiento crítico
de la diferencia, entendiéndola como una
]RQD GH FRQÁLFWR %DUEDOKR HVWDEOHFH TXH
“una política cultural que se ocupa de las
cuestiones de identidad tiene que tomar en
cuenta las diferencias y relaciones de poder
y la transitoriedad de las identidades y las
GLIHUHQFLDVµS
La incorporación de la idea de
“multiculturalismo”
se ha convertido
en la actualidad, sea dentro del espacio
académico o en la acción del Estado,
como una alternativa a la fragmentación
identitaria y a los límites de la construcción
de una identidad nacional. El término
GLYHUVLGDG DVLJQD HQ HVWH FRQWH[WR
tanto formaciones sociales radicalmente
diferentes – “tribus indígenas, etnias,
las civilizaciones y las naciones del
pasado” – como grupos propios de
la contemporaneidad tales como
´PRYLPLHQWR GH PXMHUHV LQGLYLGXDOHV
gays, negros, crisis de identidad, etc.”,
sin una distinción cualitativa entre las
GLIHUHQFLDV257,=S
Reconocer que las diferencias se producen
socialmente es un paso importante en esta
GLVFXVLyQ$PRGRGHHMHPSORUHFRUGDPRV
que los temas comúnmente asignados a
la diversidad y manifestaciones de lucha
y resistencia como la emancipación de
OD PXMHU ORV GHUHFKRV GH ORV SXHEORV
indígenas, el movimiento negro, deben
ser entendidos en sus particularidades,
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en su sentido histórico. “Consolidar el
sentido histórico de la diversidad cultural
representa sumergirla en los intereses
PDWHULDOHV \ ORV FRQÁLFWRV VRFLDOHV HO
1 “El respeto y la afirmación del derecho a la existencia y manifestación de las diversas expresiones culturales minoritarias de una sociedad
determinada” (BARBALHO, 2001, p. 6).