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Artículo
Diálogo con jóvenes: voces, experiencias y narrativas sobre el suicidio
Revista Humanismo y Cambio Social. Número 13. Año 6. Enero-Junio 2019.
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Luis Carlos A. R. Chow
Diálogo con jóvenes:
voces, experiencias
y narrativas sobre el
suicidio
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Luis Carlos A. R. Chow
RESUMEN
En solo el año 2018, se contabilizaron a nivel mundial 800,000 muertes por
suicidio. En América Latina el promedio de personas que cometen suicidio
es 9.8 por cada 100,000 habitantes. El grupo etario en el que predomina
este suceso se encuentra en un rango de 14 - 35 años. En Nicaragua las
cifras de suicidios han tomado auge estrepitosamente, siendo el 2017 el
año más alarmante con más de 300 casos registrados. Se han identicado
las características del comportamiento suicida, habiendo predominancia en
las zonas urbanas, entre edades de 12 a 35 años, entre ciudades del área
Pacíco y Centro Norte y posteriormente al Caribe Sur. Entre los motivos
identicados con los jóvenes que dialogué, destacan conictos familiares,
acoso escolar de tipo agresivo/psicológico, sistemas de creencias que
los excluyen, discriminan y condenan; sistemas culturales de carácter
patriarcal, procedimientos pedagógicos que pasaron por alto las situaciones
especícas y no identicaron un patrón de conducta anormal, enfermedades
mentales cuyos padecimientos se desconocían, imaginarios colectivos no
compatibles con su identidad, y sobre todo, problemas de autoestima.
El objetivo del artículo es acercar al lector sobre el fenómeno del suicidio
desde las voces y narrativas de sus protagonistas, al igual que describir
el comportamiento epidemiológico en la región latinoamericana y nacional.
ABSTRACT
In 2018, 800,000 people die and were counted worldwide by OMS. In
Latin America, the average number of people who commit suicide is 9.8
per 100,000 inhabitants. The age group in which this event predominates
is in a range of 14 to 35 years. In Nicaragua, suicide gures have boomed
sharply, with 2017 being the most alarming year with more than 300
registered cases. The characteristics of suicidal behavior have been
identied, being predominantly in urban areas, ages between 12 - 35 years
PALABRAS CLAVE
Suicidio, estigmas sociales, imaginarios
colectivos, narrativas y voces.
KEY WORDS
Suicide, social stigmas, collective imaginary,
narratives and voices.
Luis Carlos A. R. Chow
Estudiante antropología social.
UNAN-Managua.
https://orcid.org/0000-0001-5855-8187
luis.ruchw@gmai.com
Diálogo con jóvenes:
voces, experiencias
y narrativas sobre el
suicidio
Dialogue with young people: voices,
experiences and narratives about
suicide
Recibido: 02 Mayo 2019
Aceptado: 10 Junio 2019
Copyright © 2019 UNAN-Managua
Todos los DerechosReservados.
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Diálogo con jóvenes: voces, experiencias y narrativas sobre el suicidio
Revista Humanismo y Cambio Social. Número 13. Año 6. Enero-Junio 2019.
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between cities in the Pacic and North Central area and subsequently to the South Caribbean.
The reasons identied with young people whom I dialogue with, arise different variables that
combine, between specic family conicts, aggressive / psychological bullying, belief systems
that exclude, discriminate and condemn; patriarchal cultural systems, pedagogical procedures
that overlooked specic situations and without identication of a pattern of abnormal behavior,
mental illnesses whose illnesses are unknown, collective imaginary not compatible with their
identity, and over all self-esteem problems. The objective of the article is to bring the reader
closer to the phenomenon of suicide from the voices and narratives of its protagonists, as well as
to describe the epidemiological behavior in the Latin American and national region.
Introducción
E
l suicidio es una realidad de la que no estamos alejados o exentos. Las cifras
arrojadas por distintas instituciones como el Instituto de Medicina Legal o el
Ministerio de Salud en Nicaragua demuestran su notable ascenso en nuestro país.
Víctor Gómez, médico general, logró registrar en su trabajo monográco Comportamiento
epidemiológico del intento suicida en Nicaragua; cerca de 800 intentos suicidas entre 2011 y
2015. Mientras el mapa de la salud diseñado por el Ministerio de Salud, demostró que más de 300
suicidios tuvieron lugar en el año 2017. La cifra aumento 41.3% desde el último dato arrojado en
2014 por el director del Instituto de Medicina Legal, en donde la cifra rondaba los 140 suicidios.
Nicaragua registra la tasa más baja (3 por cada 100,000 habitantes) en comparación al promedio
de la región: 9.3 por cada 100,000 habitantes. Los grupos etarios predominantes rondan entre
los 15-35 años.
Desde el presente artículo describo el comportamiento del suicidio en cifras regionales y
nacionales, con el n de que se logre visualizar un escenario en constante cambio; esto como
un primer momento. Como segundo momento, pretendo acercar las experiencias desde las
narrativas de los jóvenes que han intentado suicidarse a usted como lector, de manera que el
análisis del discurso sobre la motivación del suicidio se aborde en un espacio más particular.
Dialogué con 3 jóvenes entre 16 y 18 años a quienes conocí años atrás, bajo una estructura
metodológica abierta, como es el diálogo semiestructurado, siendo esta técnica el eje
metodológico del artículo; al igual que el respaldo bibliográco de fuentes especializadas en el tema.
Material y método
El presente artículo cuenta con dos momentos metodológicos claves. El primer momento
metodológico es la revisión bibliográca de fuentes como investigaciones monográcas
realizadas en Nicaragua por parte de médicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua. También se indagó artículos
de revistas médicas, boletines epidemiológicos y notas de prensa sobre la situación del suicidio
a nivel latinoamericano, con el n de abordar un contraste entre la situación del suicidio a nivel
nacional e internacional. Este primer momento es el eje macro descriptivo del artículo.
El segundo momento, es el diálogo semiestructurado con 3 jóvenes que han intentado cometer
suicidio. Cabe destacar que dialogar con los jóvenes sobre estos temas es un reto, porque la situación
emocional que trastoca sus vidas los cohíbe al detallar, relatar o describir ciertos acontecimientos.
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Tabla 1. Matriz de diálogo semi-estructurado
El orden de los temas se diseñó de tal manera que el método fuera menos invasivo o rudo, de
modo que los primeros temas se establecieron para que los jóvenes se familiarizaran con la
actividad y construir empatía.
Ruta metodológica
El abordaje del tema responde a motivos personales. Como paciente recurrente de
la unidad de salud mental en el Hospital Psicosocial Nicaragüense “José Dolores
Fletes”, me he familiarizado con distintos pacientes es estos últimos 3 años, todos con
narrativas cotidianas asombrosas, y ciertamente tristes también. Sin embargo, en la
mayoría de momentos en que dialogaba con ellos mientras aguardábamos nuestros
turnos de atención, abordábamos el tema, y es cuando tome interés sobre el asunto.
¿Es acaso el suicidio una realidad latente en Nicaragua? ¿Cómo nos encontramos
respecto a datos regionales y globales? ¿Qué motiva a un joven a tomar la decisión
de suicidarse? ¿Qué signica el suicidio para las personas que lo cometen?
A principios del año 2019, trabajé paralelamente mi investigación monográca sobre las
narrativas de la violencia en los barrios orientales, mientras indagaba datos ociales sobre el
suicidio y el comportamiento epidemiológico nacional respecto al comportamiento regional
Latinoamericano, encontrando vacíos respecto a registro, sub-registro, seguimientos y
sistematización de datos sobre el fenómeno. Por tanto, como primer objetivo me di a la tarea
de ordenar los datos existentes, triangular las cifras ociales entre el Ministerio de Salud y
Medicina Legal respecto a cifras de informes monográcos realizados por médicos de la
UNAN-Managua, de manera que pueda construir un panorama general sobre el fenómeno.
Como segundo objetivo para realizar el artículo, comente mi proyecto con los jóvenes
con quienes tenía contacto en este espacio de salud, invitándolos a ser parte como
informantes clave. Hablé con 17 jóvenes entre 15 y 23 años, sin embargo, enfrentarse
con sus realidades fue un verdadero obstáculo para formar parte de la investigación.
El grupo nal se redujo a 3 jóvenes entre 16 y 18 años, quienes accedieron en consenso
reunirse conmigo el día miércoles 25 de marzo del año 2019. Decidí por motivos de espacio
y comodidad realizar el diálogo en las inmediaciones del Parque Japonés en la ciudad de
Managua, cuyas características respecto a ambiente y seguridad brinda cierta sensación
Fuente Propia
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de bienestar y uidez para expresar ideas que ciertamente son complicadas de narrar.
Los jóvenes rondan entre los 16 y 18 años. Dos hombres y una mujer. Por motivos personales
se maneja en seudónimo a sus identidades:
Tabla 2. Características de los informantes.
Como tercer objetivo, meses de anticipado, me propuse relacionar a los participantes
entre sí, permitiendo construir procesos de empatía, de manera que el día establecido para
reunirnos fuese menos abrumador. Por tanto cree un grupo en una red social para presentar
a cada uno de ellos, a tal punto que la reunión adquirió un signicado más cálido y humano.
Discusión de resultados
1. El suicidio en Latinoamérica: ¿Una alarma para Nicaragua?
La Organización Mundial de la Salud en el año 2018, reere que
cerca de 800 000 personas se
suicidan cada año -a nivel mundial, y por- cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio
(OMS,
2018, pág. 2).
En el mismo informe, se señala que el grupo etario de 15 a 29 años es el más afectado, siendo
esta acción la segunda causa principal de defunción en este grupo.
En particular, Latinoamérica cuenta con tasas de suicidio de 9.8 por cada 100 mil habitantes,
siendo Guyana el país que lidera la lista con 29 por cada 100 mil habitantes; seguida de Bolivia
18.7 y Uruguay 17. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, arma
que el principal factor de riesgo referente a este fenómeno son “las barreras para obtener
atención de salud” (OPS, 2014, pág. 18) Detalla que los grupos etarios afectados en Bolivia
abarcan desde los 5 a 14 años, mientras que Uruguay estima el rango de 14 a 24 años.
1 Cada uno compartió el diagnóstico personal emitido por la Unidad de Salud Mental del Hospital Psicosocial.
Fuente Propia
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La OMS en su informe del 2014 titulado: “Prevención del suicidio: un imperativo global”,
recomienda:
Aumentar la sensibilización respecto de la importancia del suicidio y los intentos de
suicidio para la salud pública, y otorgar a la prevención del suicidio alta prioridad en
la agenda mundial de salud pública. También procura alentar y apoyar a los países
para que desarrollen o fortalezcan estrategias integrales de prevención del suicidio en
el marco de un enfoque multisectorial de la salud pública” (OMS, 2014, pág. 93).
¿Cuáles son las principales causas del suicidio en dichos grupos etarios? Según informes
publicados, artículos e investigaciones realizadas sobre el fenómeno, una de las principales
causas es el componente socio-económico como factor determinante y luego el componente
emocional como factor condicionante.
El estigma que rodea el fenómeno del suicidio lo hace casi incomprensible, por tanto presentare
los componentes biológicos que actúan antes y durante el suicidio, para luego plantear ciertos
condicionantes sociales.
Hay aspectos neurobiológicos que caracterizan el suicidio. Un artículo publicado por los doctores
Alfonso Martín del Campo, Cristina González y Juan Bustamante, establecen que la base del
suicidio se puede detallar en la genética del individuo, al igual que la “disfunción del sistema
serotoninérgico (…) como factor predisponente de la conducta suicida” (del Campo, González ,
& Bustamante, 2013, pág. 4).
El sistema antes mencionado es el encargado de transportar la serotonina y el genotipo
de la enzima hidroxilasa triptófano (TPH), importantes para la estabilidad emocional en
el organismo. Según los doctores antes mencionados, el estudio forense dictaminó, que
en la mayoría de los jóvenes examinados reportaron la “disminución de la serotonina en
la zona del córtex prefrontal y alteraciones en la materia blanca del córtex órbitofrontal
izquierdo” (del Campo, González , & Bustamante, 2013, pág. 4). La zona del córtex
prefrontal según los neurólogos Kolb y Wishaw (2006, págs. 1-3) tiene conexiones con
el sistema límbico, el hipocampo y el tálamo, importantes para la gestión de conducta,
atención, memoria, inteligencia, motivación y estabilidad emocional en el individuo.
Mientras que una afectación en el córtex órbitofrontal representa un cambio radical en
las respuestas sociales y la inhibición de conductas poco aceptables, “lo que podría
relacionarse con la impulsividad y la conducta en pacientes con trastorno bipolar, depresión
o trastorno límite de la personalidad” (del Campo, González , & Bustamante, 2013, pág.
4). Es decir, que los jóvenes que se suicidaron tenían en mayor medida alteraciones
patológicas no tratadas adecuadamente o quizás nunca tratadas, además de entender que
el comportamiento suicida previo a consumar el hecho presenta conductas alteradas de la
conciencia, por lo que la lógica racional de buscar ayuda es improbable, mas no imposible.
Cabe destacar que sería incorrecto considerar que todos los que se suicidan son enfermos
mentales. El suicidio no depende únicamente de factores bioquímicos, si no, de condicionantes
y estímulos externos en constante simbiosis y resistencia respecto a las emociones y el
cómo reaccionamos ante el medio que nos rodea. Por tanto, es válido reexionar ¿Cómo es
posible tratar o intervenir a alguien que nunca se presenta ante el sistema de salud para ser
adecuadamente tratado? Las experiencias de Uruguay, Bolivia y Argentina son interesantes
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de analizar. Los tres países implicados desarrollaron una medida de acercamiento entre
la institución de salud y el afectado mediante a líneas telefónicas gratuitas. Los proyectos
fracasaron, el rango de usuarios era mínimo y los suicidios escalaban vertiginosamente.
La principal actitud de un suicida es la desesperanza, el desánimo. Es lógico
entender que alguien en ese estado alterado de conciencia no recurra por ayuda,
en tal caso, quienes deben detectar cualquier cambio de conducta o temperamento
emocional son los padres o los familiares que componen el núcleo familiar cercano al
individuo, no obstante, según la OPS (2014) más del 70% de los casos de suicidio tienen
como referente la desintegración del núcleo familiar por violencia intrafamiliar, o abuso
sexual por parte de un familiar; entonces ¿Cómo intervenir en tales antecedentes?.
Parece que el suicidio no es un tema que derive una acción deliberada del momento,
sino un proceso de acontecimientos que conllevaron a tomar una decisión nal por parte
del individuo, y a lo largo de dicho proceso ni siquiera estuvo presente el buscar ayuda
en la institución de la salud más próxima, si el paciente no acude a las instituciones, el
Estado no es garante para resolver, intervenir o apoyar su situación, por tanto el sujeto
se encuentra desprovisto tanto de apoyo moral y familiar como del apoyo institucional.
Otro de los posibles ltros para una probable intervención de los actos de suicidio, es la
institución educativa; sin embargo, regresamos al punto de partida inicial ya que según el informe
de la OPS (2014) el 25% de los jóvenes que cometieron suicidio han sufrido acoso escolar.
Es realmente impactante e irónico reexionar que las estructuras sociales como la familia y la
escuela, que se suponen están diseñadas para la formación, protección y educación del niño en
el campo cultural e institucional sean, de cierto modo los detonantes de este comportamiento,
dando como resultado entender el suicidio como un fenómeno complejo y transdisciplinario.
2. Datos del suicidio en Nicaragua
En Nicaragua, las cifras del suicidio en comparación con la región
Latinoamérica son relativamente bajas. Según datos de la OMS en conjunto a
la OPS, en su informe “El suicidio según vigilancia epidemiológica” arma que:
“En el período 1997 al 2012 fallecieron 5,673 personas por Lesiones auto iningidas intencionalmente,
siendo el 2010 el año con mayor número de decesos. Proporcionalmente, de cada 100 defunciones
totales registradas en el país, 2 son por lesiones auto iningidas intencionalmente. Cabe señalar que de
cada 10 defunciones por suicidios, 8 son del ámbito urbano y 2 del rural” (OMS, OPS, 2016, pág. 2).
Éste informe señala que los departamentos con mayores índices son: Managua 26%,
Matagalpa 13%, Chinandega 11%, León 8% y Jinotega 6%. Regiones del occidente-norte
del país y el área capitalina.
El director del Instituto de Medicina Legal de Nicaragua a través de una nota de prensa
emitida por el Ministerio de Gobernación arma que “en el 2012 se registraron a nivel nacional
148 muertes por suicidio, en el 2013 aumentó a 173” (Duarte Castellón, 2014, pág. 7).
Un estudio monográco realizado por el doctor Víctor Gómez, titulado Comportamiento
epidemiológico del intento suicida en Nicaragua, informó que entre el 2011 y 2015, identicó
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886 casos de intento de suicidio, siendo el grupo etario predominante entre 18 - 35
años. Los casos de intento de suicidio identicados ocurrieron en la Región Autónoma
del Caribe Sur y Carazo, y las tasas de morbilidad más altas de suicidios consumados
se registraron en los departamentos de Carazo y Madriz (Gómez, 2017, pág. 12).
En 2017 según el mapa de la salud mental diseñado por el Ministerio de Salud,
detalló que habían cometido suicidio 355 personas, y en 2018 se contabilizaron
224
2
casos. Siendo identicado el grupo etario predominante entre 15 - 30 años
3
.
En términos macro, he logrado dibujar un escenario latinoamericano para detallar
la realidad nicaragüense, demostrando como los casos han ido tomando auge,
los departamentos con mayor incidencia, el rango de edad predominante y el
comportamiento cuantitativo según el año; no obstante, los motivos por los cuales una
persona decide cometer suicidio son ambiguos y no están debidamente registrados.
Por tanto, el siguiente capítulo tratara más a fondo sobre el fenómeno del suicidio desde sus
protagonistas.
3. Diálogo con jóvenes: conductas suicidas y conductas autolesivas
Antes de iniciar el conversatorio, les pedí a los informantes que pensaran en
palabras, ideas, acciones o cualquier situación imaginaria relacionada al suicidio,
incluso su signicado desde sus propias perspectivas. El resultado fue el siguiente:
Cuando hablamos de suicidio
Nunca hablamos de los motivos que nos impulsaron a tomar la decisión, es un tabú (…) creen
que uno quiere llamar la atención, y no es así, yo en mi caso quiero detener esto, este dolor. No
consigo detenerlo, es como si te comiera lentamente y la única forma de estar en paz, de estar
tranquilo, es muerta… Siento pena, me avergüenzo con mi familia por lo que hice, sé que ellos
quieren comprenderme, pero ni yo logro hacerlo
2 Cifras del Mapa de la Salud, de la página web del Ministerio de Salud, MINSA:
http://mapasalud.minsa.gob.ni/mapa-de-padecimientos-de-salud-de-nicaragua/
3 Cifra del Boletin Anuario 2018 del sitio web del Instituto de Medicina Legal, IML
https://www.poderjudicial.gob.ni/pjupload/iml/pdf/Anuario_2018.pdf
4 A.A. Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
5 P.J Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
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6 J.O. Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
7 A.A. Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
8 J.O. Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
Es fácil juzgar a alguien que toma esa decisión; pero ninguno tiene los huevos de preguntar ¿Cómo
te ayudo? ¿Estás bien? (…) te consideran loco, que perdiste la fe, que te vas al inerno (…) No
comprenden lo fuerte que son sus palabras (…) yo pienso en lo que me dicen toda la noche, es
agobiante ¿Cómo poder vivir así?”
Podemos destacar el poder del imaginario colectivo para desmotivar, enajenar y someter un
constante estado culpabilidad ante las personas que intentan cometer suicidio. Desde las
posturas religiosas se discrimina al joven; la religión como un instrumento de victimización.
Como podemos analizar son jóvenes creyentes, cuya religión no admite este acto, y es
considerado como una aberración y un atentado contra la vida y la creación de Dios. A este
punto su religión se convierte en un espacio de culpa, pues en lugar de encontrar consuelo o
alivio ante el constante sufrimiento que aseguran experimentar, se encuentran en cambio con
posturas radicales de condenación.
Te enentas a esos comentarios, esas miradas, y luego llegás a tu casa donde no te comprenden en lo
absoluto (…) mi madre me reclama muchas veces que no pongo de mi parte, que solo estoy ahí echado
[acostado] sin hacer nada: pe ro es que no tengo motivación alg una de hacer algo; salir de la cama es ya por
si un logro para mí, siento que fuera de mi cuarto soy un extraño, y en las calles todos te miran, te juzgan
El estado permanente de tristeza, soledad y culpa se reejan en su cotidianidad: falta de
motivación por cumplir roles en el hogar, relaciones sociales en conicto o ausente, constante
inasistencia en sus centros escolares.
“Es como si hubiera un botón en mi cabeza, un botón de automático, no siento motivos para salir
y hablar con mis amigos, no siento motivo alguno para ir a clases. Hay momentos en que me siento
bien solo, el silencio y nada más; pero también hay momentos en que soy diferente y me sorprende
Estos momentos de eutimia son sumamente necesarios para las personas con
síntomas depresivos o bipolares; son momentos que permiten sentar un dialogo; sin
embargo, el mal manejo de las situaciones, puede agravar las etapas depresivas. El
poder de las palabras y su acción para motivar es una capacidad necesaria tanto en
familiares, amigos o personal médico que trata constantemente con estos jóvenes.
¡ya te va pasar! ¡pensá positivo! ¡a mí me pasó eso y blah blah! Esas cosas me hacen sentir ustrado,
enojado conmigo mismo. No es algo que no quiera superar, decime ¿quién quiere estar triste todo
el tiempo? Es absurdo (…) ¡pone de tu parte! ¡pedile a Dios! Solo me dan ganas de alejarme,
me hacen sentir inútil, como si no quisiera hacerlo, pero es que lo intento y nada funciona
Se preguntarán quizás los motivos por los que estos jóvenes tienden a expresarse
de manera fatalista y también las razones por las que intentaron cometer suicidio.
Las experiencias son particulares, pero logré encontrar un punto en común.
A medida que los jóvenes expresaban sus motivaciones, siempre coincidían en
un acontecimiento familiar que los impulsó a tomar su decisión; sin embargo,
detallaríamos ese momento como el detonante. Previo a todo el proceso, el
eje principal se encontraba en su autoestima, el cómo se auto-describían.
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Adjetivos como: inútil, maricón [homosexual], ojo [holgazán], bruto [tonto]; son los insumos que
componen el imaginario que construye su identidad.
J. O me permitió comentar su caso: es un joven homosexual, que desde los 12 años descubrió
sus gustos que contradicen las normativas de la religión que profesa y las normas culturales
de su comunidad y familia. El constante estrés que experimentaba al sobre pensar distintos
escenarios en donde sus padres lo discriminaran, golpearan o rechazaran; sumado al
constante rechazo y agresión de sus compañeros en el colegio, motivaron a tomar tal decisión
Mis padres se sorprendieron cuando me encontraron teniendo relaciones sexuales [con
otro joven]… no podían comprender que pasaba, y cuando me estabilicé intentaron o
más bien, me forzaron a que dijera por qué lo hice. Solo me dieron atención hasta que
estaba ahí, ninguno notó que odiaba ir al colegio, que estaba teniendo malas notas
Ante un suicidio, existen alarmas previas. Este es el papel que tienen las instituciones escolares,
pero sobre todo los padres. El silencio de la institución ante la problemática que J.O experimentaba
y la lectura poco preocupada sobre su rendimiento académico provocaron el primer escenario
de riesgo. La poca conanza ante sus padres para abordar el conicto es el segundo escenario
de riesgo, lo alarmante es que ninguno notara los cambios o comportamientos de su hijo. No
logré descubrir que sucedía en el núcleo familiar para que sus padres no notaran esta situación.
Les pregunté a los tres informantes, si previo al hecho, habían considerado en algún
punto acudir a un psicólogo o un doctor. Los tres lo negaron. Cuestioné el porqué:
Lo que yo entendía antes es que si ibas con el psicólogo eras loco (…) además supe de una compañera que su
mamá la atendían; pero que iba cada 3 meses (…) no me miraba soportando esta situación para hablar
con alguien que no conozco en 3 meses, no conó en mis padres ¿Qué me haría conar en el doctor
9
?”
La empatía es el pilar fundamental para construir una relación. Si un hijo no tiene la capacidad
para expresar ante sus padres sus sentimientos, sus gustos, lo que piensa o lo que intenta
hacer es debido a toda una amalgama de ideologías y creencias que los jóvenes han
construido frente a las distintas posturas que los identican como tal. Este entramado de
situaciones socio-culturales implica el sobrellevar estos escenarios de rechazo constante
y emprender procesos de resistencia y catarsis ante el asedio físico y emocional constante.
A veces siento vergüenza de mí mismo, me siento impotente de no poder cambiar nada
en mi (…) cuando no puedo más, y me siento como que exploto decido cortarme en el
brazo (…) algunas veces también uso el encendedor para quemarme (…) son momentos
en que aún no decido suicidarme realmente, solo deseo sentir algo, aunque sea dolor
10
Ante esa aclaración A.A y J. O armaron que también tendían a auto-inigirse daño, J.O en menor
medida que A.A, siendo una escala valorativa de 1 – 10 (1 como no tan frecuente y 10 como frecuente):
9. A.A. Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
10. P.J Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
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Las conductas auto-lesivas son mecanismos de defensa y resistencia frente a estímulos externos;
están pensados para sobrellevar ciertos acontecimientos cotidianos e incluso fuera de lo cotidiano.
Las auto-laceraciones cumplen dos objetivos en concreto; primero para la persona que se auto-
inige es un método de catarsis, que a su vez permite visibilizar a los demás, generalmente
padres o amigos, el acto cometido, provocando cierta preocupación. alguien capte el mensaje y
posiblemente sea en quien pueda conar. También existen situaciones en los que esta conducta
es totalmente indiscreta y los sujetos no buscan más atención, simplemente la decisión nal.
Las victimas del suicidio inconscientemente interiorizan los discursos que contradicen
su identidad (en el caso de J.O.) y su única salida es el suicidio. El miedo ante el rechazo
de los padres o incluso la posible agresión de los padres es mucho mayor a perder la vida.
Y es que el suicidio más allá del acto de auto infringirse daño con el n de morir, es desde
la perspectiva de sus autores, la salida, el escape a sus problemas. La desesperanza y
el estado depresivo constante, no les permite visualizar un futuro mejor, o siquiera un
futuro y la lucha constante con su entorno; pero sobre todo, consigo mismo es una tortura.
El conicto entre vida y muerte es un aspecto necesario de retomar. Mientras el discurso
de la vida lo posicionan al margen de lo fatálico, la muerte simboliza el escape. Desde
el análisis funcional, el vivir es un proceso en el que se cumple un rol especíco y
un papel colectivo; ahora, retomando los adjetivos que construyen la imagen de los
jóvenes, “inútil” es el que adjetivo que más reeren en todo momento. Si analizamos
todas las citas antes expuestas encontraremos la dicultad de proyectar a futuro.
De cierta manera el miedo a vivir es el miedo al fracaso, y el suicidio es el escape para
evitar afrontar a toda costa ese miedo. La evasión de afrontar el conicto. No obstante,
son sentimientos que cualquier persona en algún momento de la vida puede llegar a
cuestionar; cabe destacar que no todos responden de maneras similares y hay que
recordar que estos jóvenes han sido diagnosticados ya sea con depresión o trastorno
límite de personalidad; lo que implica el hecho de tender hacia una postura o respuesta
totalmente distinta o incluso impulsiva para responder a esta situación cotidiana.
El miedo al rechazo, abandono, y frustración son sentimientos reales que afectan la
cotidianidad y las relaciones sociales y entenderlas es un pilar fundamental del cual las
instituciones a cargo deben responsabilizarse, al igual que los núcleos familiares y comunitarios.
11. P.J Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
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El suicidio… es paz (…) es ese momento donde ya nada importa, donde todo desaparece, sos invisible y el
mundo desaparece
11
Algunas consideraciones a tomar en cuenta sobre el contexto de cada uno de los chicos para
entender la inuencia de los espacios y las dinámicas comunitarias y su correlación con el
comportamiento suicida es la siguiente:
P.J. habita en el municipio de Ciudad Sandino, una zona altamente vulnerable en materia de
seguridad, riesgos sociales como adicción a drogas legales e ilegales, pandillas juveniles y
delincuencia. Últimamente han tomado auge algunas denominaciones religiosas cristiano-
evangélicas.
A.A. es de Villa Fontana, tiene tratamiento privado, la zona en la que reside se considera a nivel
social exclusiva; sin embargo, es el que más intentos de suicido ha realizado. En cambio, J.O
reside en Villa Venezuela, un barrio con características similares a Ciudad Sandino en el ámbito
de vulnerabilidad.
A este punto, se puede armar que no hay un motivo predominante entre el contexto y la conducta
suicida, sino un motivo condicionante entre las relaciones intrapersonales con el entorno familiar de
cada individuo, y como un segundo plano el contexto incide como una carga de estress. Por lo que
es necesario recomendar a futuros estudios monográcos el comprender las dinámicas familiares e
institucionales de cada uno de los sujetos que intentan suicidarse y su postura frente a su comunidad.
Otra consideración a tomar en cuenta son los métodos utilizados para cometer el suicidio
12
:
Predomina el uso de fármacos para provocar intoxicación, seguido del ahorcamiento y auto-
lesión por desangrado.
Conclusiones
En el año 2018 se contabilizaron a nivel mundial 800,000 muertes. En américa latina el promedio
de personas que cometen suicidio es 9.8 por cada 100,000 habitantes. Los grupos etarios
que predominan están entre los 14-35 años. En Nicaragua las cifras son bajas respecto a
los datos regionales y globales. Se han identicado las características del comportamiento
suicida, siendo predominante en las zonas urbanas, en grupos etarios entre los 15 – 35.
12. P.J Diálogo semiestructurado. 25/03/2019.
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Artículo
Diálogo con jóvenes: voces, experiencias y narrativas sobre el suicidio
Revista Humanismo y Cambio Social. Número 13. Año 6. Enero-Junio 2019.
g 71-84
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Los motivos identicados con los jóvenes con quienes dialogué surgen por conictos
familiares, acoso escolar de tipo agresivo/psicológico, sistemas de creencias que los excluyen,
discriminan y condenan; sistemas culturales de carácter patriarcal, sistemas pedagógicos que
no actuaron ante situaciones especícas y no identicaron un patrón de conducta anormal,
enfermedades mentales de las cuales no eran conscientes previos a cometer el suicidio,
imaginarios colectivos no compatibles con su identidad, y sobre todo problemas de autoestima.
Se identicó el comportamiento auto-lesivo como un mecanismo de resistencia y alivio ante las
situaciones y estímulos cotidianos que los estresan; al igual se detalló los métodos recurrentes
que los jóvenes utilizaron para cometer el suicidio, predominando el uso de fármacos.
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Artículo
Luis Carlos A. R. Chow
Luis Carlos A. R. Chow
Estudiante antropología social.
UNAN-Managua.
https://orcid.org/0000-0001-5855-8187
luis.ruchw@gmai.com