67
Performatividad y género en el discurso periodístico del diario La Prensa
en el gobierno de Violeta Barrios, 1990-1997
Revista Humanismo y Cambio Social. Número 14. Año 6. Julio-Diciembre 2019
Pág 60-72
El diario La prensa destacaba las noticias en las que se mostraba a Violeta como una mujer activa
y comprometida con Nicaragua, incluso contaba con el beneplácito de los Estados Unidos, lo
que le permitió un fuerte apoyo político. El ejemplar impreso del 09 de noviembre de 1989 posee
una connotación simbólico-política, La Prensa aprovecha esa misma fecha en que cae el Muro de
Berlín destacando el acontecimiento noticioso con un titular sobresaliente en la portada y al mismo
tiempo como contra partida plasma la imagen de Violeta
4
con el presidente George Bush acompa-
ñado de un título que decía: Violeta gestiona n del embargo de E.U. (La Prensa, 1989).
Lo anterior evidencia claramente que el uso de ciertas palabras e imágenes juega una función
discursiva bastante persuasiva que demuestra que los medios de comunicación ofrecen una re-
presentación de la realidad construida, no solo en base a los acontecimientos, sino que también
cuenta el propio posicionamiento de quien construye la noticia y de los insumos que permiten
construir el relato (Gutiérrez, 2010).
Por ejemplo, en el titular la palabra gestiona tiene una signicación pragmática, dado que en ese
momento Violeta no gozaba de las prerrogativas que supone un jefe de gobierno para gestionar
o negociar un acuerdo entre dos Estados, porque aún no se habían efectuado las elecciones. “La
realidad discursiva que cada noticia construye se lleva a cabo mediante dos operaciones básicas:
una de selección de unidades informativas y una de estructuración y jerarquización de la informa-
ción” (Gutiérrez, 2005: 172).
Durante la campaña electoral con escaso margen para que se celebran las elecciones La Prensa
destacaba la imagen de una mujer triunfadora y con un fuerte optimismo y con amplia simpatía
social, la personicación política de la campaña electoral encabezaban titulares como Violeta ven-
cedora (La Prensa, 1990), una contienda en que prevalecía la idea de que era la única mujer capaz
de derrotar al hombre con mayor poder e inuencia y bagaje histórico en Nicaragua, Daniel Ortega
Saavedra
5
.
El discurso había calado en la sociedad en la que se rumoraba que la continuidad de la guerra y el
alcance de la paz dependían de quién de los contendientes ganara las elecciones, opiniones como
las que Gioconda Belli (2001) recoge en su libro El país bajo mi piel. Memoras de amor y guerra,
“Es como votar con una pistola puesta en la sien, recuerdo que dijo un periodista. Si votan por
el Frente, continuará la guerra. Eso es lo que dice la gente, y no quieren más guerra” (p. 303). El
carácter performativo del discurso periodístico logró maximizar los medios, los prejuicios sociales
de los ciudadanos convirtiéndolos en opinión pública dominante.
La imagen que se transmitía de Violeta como señala Hernández (2012) era la de “una dama pacíca
que, vestida de blanco inmaculado, recorrió el país de norte a sur y de este a oeste predicando la
paz
6
y la reconciliación de los nicaragüenses casi como único mensaje electoral, tras tantos años
de guerra civil” (p. 576).
En el texto periodístico se reejaba una asimetría respecto al tamaño de la letra y que se con-
trastaba con la relevancia social de la noticia y el mensaje que se quería transmitir, titulares como
“VIOLETA PRESIDENTE DE TODOS los nicaragüenses.” (La Prensa, 25 de noviembre de 1990) en
las que variaba las dimensiones de las letras dentro del mismo titular en función con los objetivos
discursivos que se buscaban plasmar e inocular en la opinión pública.
4 En ese entonces era candidata presidencial por parte de la UNO a la que el gobierno de los Estados Unidos ya había manifestado su respaldo político y su disposición a
cooperar en el caso de que Violeta Barrios ganara las elecciones previstas para el 25 de noviembre de 1990.
5 Reconocido como uno de los líderes más importantes del FSLN, quien fungió como miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que era el gobierno
transitorio entre 1979-1985. Luego se convierte en presidente de Nicaragua mediante las elecciones celebradas el 04 de enero de 1984, ocupando su cargo hasta 1990.
6 Hernández (2012) señala en su tesis doctoral La Nicaragua sandinista y las elecciones de febrero de 1990: transición a la democracia o alternativa democrática refiriéndose
al tema de campaña electoral de la UNO “que su mensaje electoral fundamental, aunque casi subliminal, y casi único, unido al deseo general de paz y reconciliación, quedando
todos los demás en un tercer plano.” (p. 440).