Raíces
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Ana Lucía Hernández Cordero Y Ana Cristina Romea
Revista Nicaragüense de Antropología Año 3 No.6 | 2019 Julio - Diciembre
Migrar y seguir cuidando: experiencias ...
como el WhatsApp, están llenas de fotografías y videos
y mensajes de cariños y afecto: todos son elementos
que narran las vidas de estas mujeres y las de sus famil-
ias, historias que se mueven entre un “aquí” y un “allá”.
En suma, estas mujeres muestran cómo a través
de las TIC han conseguido practicar ese cuida-
do emocional que señala Finch (1989), es de-
cir que han logrado trasladarse hasta sus hogares
para estar presentes de manera virtual, escuchan-
do, atendiendo y apoyando a sus seres queridos.
Este espacio on-line tiene un valor incalculable tanto
para las migrantes como para sus propias familias. Si
bien, la movilidad de la mujer ha sido motivadas por
cuestiones de tipo económico. Convirtiéndose ella en
la principal proveedora y por ende encargada del cui-
dado en su modalidad de apoyo financiero, también
efectúa tareas de cuidado práctico y personal coor-
dinando desde la distancia el
reparto de estas tareas en cada
hogar, pero sobre todo cuida
otorgando soporte emocional
y moral y para ello emplea las
TIC. Pero, además, esta dinámi-
ca se desarrolla dentro de una
lógica de reciprocidad en la
que la migrante en destino re-
cibe cuidados, principalmente
en la modalidad de soporte
emotivo, que en determina-
dos momentos necesita. Estos
intercambios provienen de
cualquier miembro de la famil-
ia que se sienta en capacidad
de proveer estas atenciones.
“Mis hijos, aunque sea un
chat todos los días sí les mando, que ahora casi
hablo más con ellos que antes. Pero con mi madre
intento llamar todos los días un minuto porque
me siento sola aquí y la echo de menos. Y se pre-
ocupa por mí mucho” (Cristina, nicaragüense).
“Mis hijos siempre están preocupados por mí, es-
tán atentos a lo que me pasa aquí, me pregun-
tan y siempre están con las dudas de si estoy
bien. Por ejemplo, cuando se fue Victoria, (su
compañera de trabajo en la modalidad de inter-
na) me llamaban más, como que creían que sin
Victoria en la casa yo me iba sentir muy sola o
no sé… y a la verdad es que así era, pero yo no
les decía nada, nunca les dije nada… les decía
que estaba bien, pero ellos insistían, yo creo que
mucho no me creían” (Marta, guatemalteca).
Un elemento importante en esta configuración nueva
del cuidado es la participación de otros miembros fa-
miliares en origen. Finch (1989) lo denomina como
cuidado práctico y cuidado personal, refiriéndose a ac-
tividades cotidianas de provisión de bienestar: tareas
domésticas y atención concreta y específica a personas
dependientes. Aparece una red femenina que se encar-
ga de este trabajo en origen, volviéndose fundamental
para las mujeres migrantes y sus familias. Las experi-
encias de soporte familiar tanto para la organización
del trabajo reproductivo como
para los apoyos materiales y
logísticos, se basan en una con-
stante activación de recursos y
capital social y de parentesco.
Independientemente del tipo
de familia de origen, se reporta
una colaboración continuada y
un apoyo intenso en el desarrol-
lo de sus vidas; sin estas redes
no sería viable migrar ni man-
tener el proyecto migratorio.
Indudablemente, el uso de las
TIC ha facilitado e incremen-
tado las dinámicas de cuidado
que venían realizando estas
mujeres antes de su migración,
ya que todas ellas han podido
establecer contactos con familiares y amigos inclu-
so con quienes que no veían desde hacía varios años.
Estas mujeres, trabajando como cuidadoras en destino,
por medio del envío de remesas (económicas y social-
es) por un lado, y a través de una serie de prácticas
de atención, cariño, afecto y provisión de bienestar
a cada uno de sus familiares por el otro, consiguen
también consolidar ese rol de cuidadoras en origen.
Este espacio on-line tiene un valor
incalculable tanto para las migrantes
como para sus propias familias. Si
bien, la movilidad de la mujer ha sido
motivadas por cuestiones de tipo
económico. Convirtiéndose ella en la
principal proveedora y por ende en-
cargada del cuidado en su modalidad
de apoyo financiero, también efectúa
tareas de cuidado práctico y person-
al coordinando desde la distancia el
reparto de estas tareas en cada hog-
ar, pero sobre todo cuida otorgando
soporte emocional y moral y para ello
emplea las TIC