Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 1 No.2 | 2017
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Testimonio y posición situada en investigación, aportes...Naví Argentina Rodríguez Rivera
la reflexión sobre el pasado y el presente, reivindica al
testigo en el ejercicio el poder interpretativo y no sólo
de su autoridad narrativa.
La tarea del indagador/a, para alcanzar la credibilidad
de lo acontecido, fue minuciosa y extenuante: dem-
ostrar que la masacre existió en el tiempo y lugar que
se menciona, que los informantes son sujetos sobre-
vivientes y por ello tienen dentro de sí la vivencia de los
otros (emanan sus voces en los relatos). Esto dio lugar a
que antropólogos forenses participaran en la búsqueda
de los cuerpos, determinando el número de muertos y
las causas. En criminalística para que un asesinato sea
considerado factual debe existir el cuerpo del delito.
Busca conocer “la realidad sobre la masacre en San Fran-
cisco”, ¿por qué sucedió la masacre?, la estructura de un
acontecimiento que debe ser tipificado como un genocid-
io (el cómo sucedió), cuál fue el contexto socio-político.
Se adecúan los métodos de indagación, esto determi-
na ¿cómo se va a conocer?, métodos exploratorios, de
abordamiento y contraste son orientados a visibilizar
una realidad, que como antes se mencionara, permite
situarnos “cómo si presente nos hallásemos” y hallán-
donos presentes mediemos el ¿para qué queremos
conocer? y a favor de quien vamos a conocer. Una
vez que se ha determinado a favor de quien vamos a
conocer, el contra qué y contra quien conocer emerge
desde las voces ausentes.
Son comprendidos los siguientes aspectos: 1) Ocurrió
realmente la masacre; 2) Como ocurrió la masacre en
San Francisco; y 3) Qué elementos de la acción hace que
se constituya en un crimen de lesa-humanidad; 4) Cuál
es el trasfondo que se oculta desde las dimensiones políti-
cas e ideológicas, que dan origen a este tipo de hechos;
y 5) Elementos del contexto socio-cultural que facilitan
las condiciones para el desenlace trágico de un conflicto.
Interpretación de la estructura de la
masacre
La masacre fue realizada en un contexto particular,
válido dentro de la sonoridad de los relatos, es una es-
trategia de imposición del poder castrense aprovechan-
do la vulnerabilidad en la que se encontraban los po-
bladores pacíficos de San Francisco de Nentón, cuya
principal ocupación era cuidar el ganado de un militar
y la agricultura, caídos en desgracia por la presencia de
la guerrilla en zonas aledañas.
El indagador declara con franqueza y metódicamente,
cuáles fueron sus pasos para dialogar con los acontec-
imientos:
1. Identifica su objeto de estudio, escucha de forma
enfocada el relato de tres testigos, visualiza los hechos
y proyecta su trascendencia hacia el futuro. En este
proceder es flexible, planifica entrevistar a dos, en la
búsqueda opta por tres informantes.
2. Verifica las agencias, los testigos deben ser realmente
quienes dicen ser, otros los deben reconocer como tales.
Ellos mismos deben reconocerse como sobrevivientes
de la masacre, es un trabajo minucioso de diálogo en
donde las intersubjetividades son claves. Se identifi-
can como trabajadores, campesinos, con apariencia de
gente humilde, despreciada, no son sinvergüenzas, ni
ladrones, ni guerrilleros. Son inocentes y honrados. No
llegan a reconocerse como una amenaza.
3. Declara sus intenciones, aplica los principios de
la franqueza y la comunicabilidad, en una dimen-
sión horizontal de comunicación con el lector, acep-
ta los vacíos que pueden generar nuevas interro-
gantes ante los hechos acaecidos. Se sitúa, explica
que su testimonio será divulgado desde los pies de
los oprimidos.
4. Reconstrucción dialógica de los hechos: las voces
silenciadas hablan de sus saberes, dan cuenta de los
sucesos, de las emociones, de los contextos, las inge-
nuidades, dan cuenta de las voces de los otros que
ya no están para ser escuchados, como dice Deborah
Tannen (1998): “A menudo la verdad está en el com-
plejo medio y no en los extremos simplificados. (Pág.
11)”. Durante estos procesos de diálogo, el establec-
imiento de la empatía como intercambio de subje-
tividades es crucial, para que las voces personales se
transmitan como voces colectivas que se trasladan en
el tiempo.
5. La reconstrucción de un tiempo mítico a través del
análisis asincrónico, tiene su propio esquema, emer-
gen tres categorías que describen la secuencia lógica
de la masacre, como puede leerse a continuación: