Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Movimiento estudiantil en la cultura política de país: ...Luis Andino Paiz
bativa y en oposición, sino en acompañamiento y a
la vanguardia en la transformación política, social y
económica que ha experimentado el país, todo esto
en la constante defensa e impulso en la pertinencia
y la calidad académica del sistema educativo Nica-
ragüense, el protagonismo en espacios de debate y dis-
cusión, en la toma de decisiones, vinculándose directa-
mente con el alma y nervio del movimiento estudiantil,
los universitarios de todas las instituciones miembros
del Consejo Nacional de Universidades, jóvenes del
campo y la ciudad que sueñan en hacer de su patria y
de sus hogares un lugar mejor.
Es por lo señalado, que este
tema es de vital relevancia
para la juventud y las perso-
nas que de una u otra man-
era se encuentran vinculados
o se identican con el mov-
imiento estudiantil de las
diferentes épocas, ya que sea
en cualesquiera de los perio-
dos históricos que ha vivido
el movimiento estudiantil, ha llenado de vivencias,
aprendizajes y experiencias a todas las generaciones,
es innegable el poder de la participación de la juventud
de manera decidida y organizada, es de más provecho
aun cuando se respeta el status quo, cuando hay paz,
estabilidad, conanza en quienes nos gobiernan, es
más meritorio aún, lograr que esta estabilidad no se
rompa y todas las instancias trabajen en pro del pro-
greso y el bienestar de la comunidad, no solo universi-
taria, sino la sociedad en su totalidad.
Desarrollo
Para iniciar con el abordaje de esta temática es impor-
tante destacar y tener en cuenta los conceptos funda-
mentales a analizar en este trabajo, primero que es cul-
tura política, y porque es importante dentro de tantas
temáticas propias de cada sociedad hablar precisamente
de ello; según el autor Roberto Gutiérrez quien dene
la cultura política como:
Síntesis heterogénea y eventualmente contradicto-
ria de valores, conocimientos, opiniones, creencias
y expectativas que conforman la identidad política
de ciudadanos, grupos sociales u organizaciones
políticas (Gaona, 1998).
Esta conceptualización posiciona la cultura desde diver-
sos planos, como podrá observarse, en primera instancia
se establece una diferenciación entre el ámbito sociocul-
tural y el estrictamente conductual o de comportami-
entos, subrayando que los antecedentes culturales se
derivan de hábitos y formas de comportamiento que,
evidentemente, deben ser leídos como portadores de
cierto signicado. Esta signicancia se irá interpretan-
do y analizado a partir de la experiencia, debiéndose
entender la cultura política como ese espacio donde la
diversidad de opiniones, valores individuales, creen-
cias y demás cualidades de cada
individuo que forma parte de
una sociedad, van a converger
y condensarse en un todo, para
dar como resultado el compor-
tamiento y el debate constante
dentro de la sociedad para de
esta manera lograr obtener los
resultados, demandas y objetivos
planteados.
Por otra parte si entendemos la cultura como ese
conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida,
socialmente adquiridos, de los miembros de una so-
ciedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos
de pensar, sentir y actuar se podrían señalar varios
ejemplos de los mismos que se presentan como rasgos
característicos de la comunidad universitaria del peri-
odo que abarca la segunda mitad de la revolución, se
puede observar como el movimiento estudiantil pasa
por diversos procesos, tales como; los diversos cambios
dentro de las estructuras políticas y a nivel académ-
ico, el estudiantado incide en esta etapa de manera
determinante y decidida a la hora de escoger a las
autoridades que le gobiernan y representan, no solo
en el país sino dentro de las Universidades mismas,
empoderando de esta manera a la juventud de valiosos
conocimientos y acciones, el joven pasa de ser un ac-
tor más dentro de las estructuras a formar parte de las
mismas, cuando ocupa espacios de decisión y de lider-
azgo dentro de las distintas instancias de poder, esto
fortalece su papel y su rol dentro de una sociedad que
en determinada circunstancia solo estaba acostumbra-
da a ver a esta misma juventud como un actor social
en protestas y desavenencias con sus autoridades por
múltiples causas.
El movimiento estudiantil ha sido
protagonista en esta etapa no solo
de ocupar determinados espacios
sino de incidir en distintas reivindica-
ciones que repercuten en una socie-
dad más allá de la comunidad univer-
sitaria,