Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Sandra Espinoza y Ramiro García El Realejo: Una Comunidad viva sobre un empl ...
las casas son muy antiguos y el nombre del municipio era
el que tenía el Puerto histórico, que después dejó de fun-
cionar, porque lo trasladaron a Corinto, por eso nosotros
decimos que este pueblo nació desde 1522 y no ha sido
abandonado hasta la actualidad vivimos en El Realejo.
(Pérez, 2005).
Importancia socioeconómica del Puerto de
El Realejo y su abandono
Parece ser que el nuevo Puerto colonial, se llamó Puer-
to de la Posesión desde 1522 hasta 1534, el primer
nombre ratica el hecho de que Andrés Niño tomó
formal Posesión de aquel espacio que permitía la
navegación, pero el origen de Realejo parece estar en
el nombre con que lo llamó Pedro Alvarado; conquis-
tador de Guatemala en el año 1534; cuando navegaba
por el Pacíco con rumbo a Perú, pero el mal tiempo le
arruinó tres navíos y tuvo que atracar en El Puerto de
la Posesión donde había un Astillero para reparar sus
barcos. Manuel Rubio Sánchez cita: A su llegada Pedro
de Alvarado llamó al Puerto de la Posesión; Realejo que
no es más que un disminutivo de la palabra Real, térmi-
no usado por los españoles para designar sus campamen-
tos militares. A partir de este año el Puerto de la Posesión
fue llamado Puerto de El Realejo. (Sánchez, 1977).
En entrevista realizada a Carlos Pérez poblador de la
comunidad y funcionario de la Alcaldía Municipal nos
dice: Aquí en la comunidad sabemos que vivimos en un
lugar lleno de historia, los muros que hay en los patios de
las casas son muy antiguos y el nombre del municipio era
el que tenía el Puerto histórico, que después dejó de fun-
cionar, porque lo trasladaron a Corinto, por eso nosotros
decimos que este pueblo nació desde 1522 y no ha sido
abandonado hasta la actualidad vivimos en El Realejo.
(Pérez, 2005).
Vestigios de una comunidad arqueohistóri-
ca. Excavaciones arqueológicas en el Con-
vento San Francisco. (2005)
Hurgando los documentos legales contenidos en
las Crónicas y referidos a La Villa de El Realejo, en-
contramos que en 1764, pasó a ser llamada El Cor-
regimiento de El Realejo, integrado por La Villa de
El Realejo, La Villa de Chinandega, La Villa de Chi-
chigalpa y La Villa de El Viejo. La descripción que
se hace de El Realejo dice: El Corregimiento de El
Realejo, se compone de cuatro poblaciones: La Vil-
la que está junto al Pueblo, que fue poblado de es-
pañoles con Alcalde, Cabildo y Regimiento, Dos Con-
ventos el de San Francisco y La Merced y un Hospital
de San Juan de Dios. Y al presente sólo se hallan las
ruinas y vestigios de los templos y casas y sólo la
habitan unos pocos negros, y mulatos carpinteros.
El pueblo de Chinandega, el de El Viejo y Chichigal-
pa son de indios mesclados con ladinos de todas es-
feras, producidos de las familias que se despoblaron
de El Realejo y todas estas poblaciones están en dis-
tancias de cuatro leguas y en su entorno hay muchas
estancias de ganado vacuno, y algunas haciendas de
trapiches de hacer de azúcar. (Sánchez, 1977).
En esta cita encontramos los orígenes de la etnología
y la antropología económica de los actuales municip-
ios de El Realejo, Chinandega, Chichigalpa y El Viejo.
Además tenemos una reconstrucción de la funcion-
alidad que tuvieron las estructuras arquitectónicas
históricas que se observan en casi todos los solares
de las viviendas de los actuales pobladores de la co-
munidad de El Realejo, que funcionaron como in-
stituciones religiosas como los conventos Francisca-
nos y Mercedarios y públicas como El Cabildo, La
Aduana, La Escuela y El Hospital. Con el objetivo
de corroborar que en la comunidad de El Realejo
se conservan los vestigios de uno de los primeros
conventos coloniales de Nicaragua, se realizó ex-
cavaciones arqueológicas en dos espacios internos
de la estructura religiosa denominada Convento San
Francisco de El Realejo.
El Padre Edgard Zúñiga en su obra Historia
Eclesiástica de Nicaragua se reere a la ausencia de
conventos en La Villa de El Realejo para el año de
1621, cita: En la villa y Puerto de El Realejo, Pro-
vincia de Nicaragua a trece días del mes de Febrero
de 1621, ante el capitán Cristóbal de Salazar, cor-
regidor de esta villa por SM. Fue leída esta petición;
enviar a su majestad (S.M) en su Real consejo de In-
dias: Que hasta ahora no ha habido ni hay convento
alguno fundado con licencia de su majestad y que ha
carecido y carece de quien predique la palabra evan-
gélica y acuda a la crianza de buenas costumbres de
los niños que aquí nacen. (Zuniga, 1997)” . El padre
Zúñiga recoge otra cita referida a la fundación del
Convento, dice: “En Enero de 1639 el padre Fran-
ciscano Pedro de Zúñiga fue nombrado por el deni-
torio de la provincia de San Jorge comisario de la