Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Rutas de la Antropología Nicaragüense
El Realejo: una comunidad viva sobre un emplazamiento arque-
ohistórico
El Realejo: a living community on a site Historical Archeology
Ramiro García Vásquez
Biólogo, especialista en Antropología física y
Arqueología, consultor, docente
Miembro Honorario de la Academia de
Geografía e Historia de Nicaragua
ID Orcid: http://orcid.org/0000-0003-2186-5452
mamutsrgv@yahoo.es
Resumen
La antropología sociocultural de la comunidad de El Realejo, municipio del Departamento de Chinan-
dega es un tópico de gran importancia que necesita ser analizado; se trata de una población emplazada
sobre los vestigios arqueohistóricos de lo que fue el primer espacio geográco colonial de Nicaragua. El
conquistador Andrés Niño lo bautizó como Puerto de la Posesión en 1522 y lo anexó formalmente a las
propiedades de la Corona española, como parte de las políticas invasoras occidentales, años más tarde lo
llamaron Puerto de la Posesión de El Realejo por la fundación de La Villa de El Realejo en 1534 y de ahí
deriva su nombre actual. Durante un poco más de trecientos años fue uno de los puertos coloniales más
importantes de Centroamerica. En el año 2005 realizamos estudios de carácter antropológico, arqueológi-
co e histórico, en la actual población; obteniendo interesantes datos sobre el emplazamiento colonial, la
comunidad viva y la relación entre ambas a través de su Patrimonio Cultural Material e Inmaterial. La
riqueza patrimonial del municipio puede ser aprovechada para el desarrollo del Turismo Comunitario
Sostenible que permitiría mejorar la economía local a la vez que se protege, conserva, divulga y se logra
la puesta en valor de este Patrimonio Cultural del Municipio la Nación.
Palabras claves: Antropología Cultural, Arqueología, Patrimonio Cultural, Turismo Sostenible.
Abstract
he sociocultural anthropology of the community of El Realejo, municipality of the Department of Chinandega
is a topic of great importance that needs to be analyzed; it is a population located on the archeohistorical
vestiges of what was the rst geographical colonial space of Nicaragua. The conqueror Andrés Niño baptized
it as Port of Possession in 1522 and formally annexed it to the properties of the Spanish Crown, as part of the
Western invading policies, years later it was called Puerto de la Posesión de El Realejo by the foundation of La
Villa de El Realejo in 1534 and hence derives its current name. For a little over three hundred years it was one of
the most important colonial ports in Central America. In 2005, we carried out anthropological, archaeological
and historical studies in the current population; obtaining interesting data about the colonial location, the
living community and the relationship between both through its Material and Intangible Cultural Heritage.
The wealth of the municipality can be exploited for the development of Sustainable Community Tourism that
would improve the local economy while protecting, preserving, disseminating and achieving the value of this
Cultural Heritage of the Nation Municipality.
Keywords: Cultural Anthropology, Archeology, Cultural Heritage, Sustainable Tourism
Recibido: 24-11-2018
Aceptado: 10-12-2018
Sandra Verónica Espinoza Vallejos
Especialista en Turismo Cultural, consultora,
docente
Maestrante en Antropología y Liderazgo Social
ID Orcid: http://orcid.org/0000-0003-3239-7615
elidariana07@gmail.com
Copyright © 2018 UNAN-Managua.
Todos los Derechos Reservados.
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Sandra Espinoza y Ramiro García El Realejo: Una Comunidad viva sobre un empl ...
Introducción
El Municipio de El Realejo se localiza entre las coor-
denadas N: 12º 32`latitud – W: 87º 10`longitud sobre
la carretera que conduce al Municipio de Corinto y a
11 kms de distancia aproximadamente de la Ciudad
de Chinandega, en el departamento de Chinandega. El
análisis sobre la Antropología sociocultural e histórica
de la comunidad de El Realejo está sustentado en un
estudio de carácter cientíco antropológico en el que
se aplicaron técnicas propias del método etnográco
como la observación y la entrevista, técnicas arque-
ológicas e investigación histórica documental. Según
Marvin Harris la antropología cultural se ocupa de la
descripción y análisis de las culturas - las tradiciones
socialmente aprendidas del pasado y del presente.
Tiene una sub disciplina, la etnografía, que se con-
sagra a la descripción sistemática de culturas contem-
poráneas. La comparación de culturas proporciona la
base para hipótesis y teorías sobre las causas de los
estilos humanos de vida. (Harris, 2006). Esto precis-
amente es lo que hacemos en este ensayo; comparar
las culturas de la gente de La Villa de El Realejo y la
comunidad actual de El Realejo.
Como resultado de la investigación se obtuvo un hiato
de información vinculado a la dinámica de vida de las
comunidades pretéritas y presentes; los comunitarios
fueron muy hospitalarios permitiéndonos observar su
vida cotidiana, compartiéndonos los conocimientos
que tienen sobre el pasado de su localidad los que les
fueron transmitidos de generación en generación y au-
torizándonos a excavar los sitios seleccionados dentro
de este espacio geográco que fue poblado desde hace
más de quinientos años y donde la actual población
se emplaza sobre las estructuras arquitectónicas de
viviendas e instituciones como iglesias, conventos,
la primera aduana, el primer colegio, hospital, cabil-
do entre otros; de lo que fue el histórico Puerto de la
Posesión y la Villa de El Realejo, a quienes los actuales
pobladores consideran sus ancestros; fue necesario re-
alizar una investigación histórica documental desde las
fuentes primarias como las Crónicas de Indias hasta los
historiadores contemporáneos que publican sus obras
sobre este este importante lugar. Para comprobar las
fuentes escritas y orales se realizaron excavaciones ar-
queológicas en dos estructuras arquitectónicas, prime-
ro en el Convento San Francisco (1640 – 1810) y pos-
terior en Finca La Batería, propiedad de Don Hilario
Alemán (q.e.p.d.); en este sitio se presume que están
los vestigios de La Casa de Las Margaritas un prostíb-
ulo que funcionaba como negocio personal de María
de Peñalosa y su esposo Rodrigo de Contreras tercer
gobernador español en Nicaragua (1535-1550).
En el proceso de trabajo investigativo encontramos
evidencias culturales que permitieron corroborar las
fuentes históricas que relatan el desarrollo y vida fun-
cional de El Realejo como puerto y como localidad. Lo
más relevante de este sitio fue conrmar que la actual
población utilizó los cimientos estructurales coloniales
para construir sus viviendas; por estas características
urbanísticas y arquitectónicas originales es que ar-
mamos que El Realejo es una comunidad viva sobre un
emplazamiento arqueohistórico.
El primer espacio geográfico colonial
de Nicaragua
Para reexionar sobre lo que se considera el primer es-
pacio geográco del que tomó posesión la colonia en
Nicaragua; es importante mencionar que toda la zona
occidental del territorio incluida la costera estaba den-
Imagen 1. Obsérvense las viviendas actuales sobre los vestigi-
os históricos. Foto de Sandra Espinoza
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samente poblada antes de 1522. Las Crónicas de indi-
as mencionan la existencia de tres lenguas principales
habladas en lo que hoy es el Departamento de Chinan-
dega: Ulúa en el norte, Nahual alrededor de El Viejo y
Oto Mangue-Maribio en el sector oriente, correspondi-
endo este grupo al espacio geográco de lo que actual-
mente es el municipio de El Realejo. (Cronistas 3:35-
36).
Hurgando la memoria colectiva de la Comunidad Indí-
gena de Sutiaba; entrevistamos al Sr. Roger Montoya,
líder de esta colectividad, de 65 años de edad, descen-
diente de los Sutiaba Maribios y le pedimos que nos
contara lo que le transmitieron sus ancestros sobre el
Puerto de Icaco y explicó: Nuestros antepasados cono-
cieron y utilizaron este puerto natural para realizar in-
tercambios con los pueblos de Tezoatega, era un punto
de encuentro de lanchas y canoas de los Maribios y los
Tezoategas. (Montoya, 2016).
La Profesora Linda Newson Cita que al contacto y du-
rante la Colonia Temprana, los nahuas serían unos 67
mil personas en 1522, divididos en los del sur en lo que
es hoy Rivas, mejor conocidos como Nicaraos que eran
36 mil aproximadamente, y unos 31 mil al noroeste,
alrededor de lo que es hoy es El Viejo, Chinandega y ha-
cia el mar. También dice que la lengua Sutiaba - Tlapa-
neca del tronco lingüístico Oto – Mangue que en Nicara-
gua llamaban Maribio ascendía a casi 150 mil personas
en 1522. Y que algunas de sus plazas fueron Maçatega,
Cindega, Telica, Abangasca, Pangua, Ygualtega, Iguala,
Mistega y Astatega. Esto conrma la información que
le fue transmitida al líder originario Roger Montoya de
generación en generación. Además nos permite armar
que el Puerto Icaco ya era usado por sus primeros de-
scubridores, que fueron nuestros pueblos originarios.
(Newson, 1986).
En 1522 un capitán español llamado Gil González Dávi-
la, llegó a nuestro territorio; siendo este el primer “con-
quistador” que arribó a Nicaragua después de Cristóbal
Colón. Esta expedición era movida por la ambición de
encontrar oro, el metal más preciado que ellos buscaban.
Dos de los navíos que venían con el Capitán Dávila, es-
taban dirigidos por Andrés Niño, quien el 27 de febre-
ro de 1522 vio por primera vez un puerto natural en
la mar del sur de lo que actualmente es Nicaragua; al
que llamó Puerto de la Posesión y que posteriormente
sería llamado Puerto de El Realejo. Así lo conrma la
siguiente cita:
“Para Nicaragua el hecho más sobresaliente de esta ex-
pedición descubridora de Andrés Niño, es el hallazgo
y toma de posesión de un punto en la costa norocci-
dental de nuestro país, que por dicha causa recibió el
nombre de Puerto de la Posesión. El hecho tuvo lugar
el día 27 de Febrero y sucedió en una islote dentro de la
actual bahía de Corinto o de El Realejo; ahí el Capitán
Antón Mayor, a nombre de la Corona española desem-
barcó, cortó ramas y hecho mano a su espada levantan-
do piedras y en pacíca acción y sin contradicción al-
guna, en presencia de Juan Alanza como escribano
dejó consignando en un documento jurídico la formal
incorporación de tales tierras a la corona castellana”.
(Meléndez, 1976). Después de la incorporación formal
del puerto a la Corona española, El Realejo se convierte
en el primer espacio geográco colonial de Nicaragua y
su historia se basó en una importante función comercial
y marítima, vale decir económica durante un poco más
de tres siglos (1522 1858). En 1534 Pedro de Alva-
rado Conquistador de Guatemala funda La Villa de El
Realejo localizada a orillas del Puerto y a lo largo del
Estero Real.
De Puerto de La Posesión a Puerto de El Re-
alejo
Parece ser que el nuevo Puerto colonial, se llamó Puer-
to de la Posesión desde 1522 hasta 1534, el primer
nombre ratica el hecho de que Andrés Niño tomó
formal Posesión de aquel espacio que permitía la
navegación, pero el origen de Realejo parece estar en
el nombre con que lo llamó Pedro Alvarado; conquis-
tador de Guatemala en el año 1534; cuando navegaba
por el Pacíco con rumbo a Perú, pero el mal tiempo le
arruinó tres navíos y tuvo que atracar en El Puerto de
la Posesión donde había un Astillero para reparar sus
barcos. Manuel Rubio Sánchez cita:
A su llegada Pedro de Alvarado llamó al Puerto
de la Posesión; Realejo que no es más que un disminutivo
de la palabra Real, término usado por los españoles para
designar sus campamentos militares. A partir de este año
el Puerto de la Posesión fue llamado Puerto de El Realejo.
(Sánchez, 1977).
En entrevista realizada a Carlos Pérez poblador de la
comunidad y funcionario de la Alcaldía Municipal nos
dice: Aquí en la comunidad sabemos que vivimos en un
lugar lleno de historia, los muros que hay en los patios de
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las casas son muy antiguos y el nombre del municipio era
el que tenía el Puerto histórico, que después dejó de fun-
cionar, porque lo trasladaron a Corinto, por eso nosotros
decimos que este pueblo nació desde 1522 y no ha sido
abandonado hasta la actualidad vivimos en El Realejo.
(Pérez, 2005).
Importancia socioeconómica del Puerto de
El Realejo y su abandono
Parece ser que el nuevo Puerto colonial, se llamó Puer-
to de la Posesión desde 1522 hasta 1534, el primer
nombre ratica el hecho de que Andrés Niño tomó
formal Posesión de aquel espacio que permitía la
navegación, pero el origen de Realejo parece estar en
el nombre con que lo llamó Pedro Alvarado; conquis-
tador de Guatemala en el año 1534; cuando navegaba
por el Pacíco con rumbo a Perú, pero el mal tiempo le
arruinó tres navíos y tuvo que atracar en El Puerto de
la Posesión donde había un Astillero para reparar sus
barcos. Manuel Rubio Sánchez cita: A su llegada Pedro
de Alvarado llamó al Puerto de la Posesión; Realejo que
no es más que un disminutivo de la palabra Real, térmi-
no usado por los españoles para designar sus campamen-
tos militares. A partir de este año el Puerto de la Posesión
fue llamado Puerto de El Realejo. (Sánchez, 1977).
En entrevista realizada a Carlos Pérez poblador de la
comunidad y funcionario de la Alcaldía Municipal nos
dice: Aquí en la comunidad sabemos que vivimos en un
lugar lleno de historia, los muros que hay en los patios de
las casas son muy antiguos y el nombre del municipio era
el que tenía el Puerto histórico, que después dejó de fun-
cionar, porque lo trasladaron a Corinto, por eso nosotros
decimos que este pueblo nació desde 1522 y no ha sido
abandonado hasta la actualidad vivimos en El Realejo.
(Pérez, 2005).
Vestigios de una comunidad arqueohistóri-
ca. Excavaciones arqueológicas en el Con-
vento San Francisco. (2005)
Hurgando los documentos legales contenidos en
las Crónicas y referidos a La Villa de El Realejo, en-
contramos que en 1764, pasó a ser llamada El Cor-
regimiento de El Realejo, integrado por La Villa de
El Realejo, La Villa de Chinandega, La Villa de Chi-
chigalpa y La Villa de El Viejo. La descripción que
se hace de El Realejo dice: El Corregimiento de El
Realejo, se compone de cuatro poblaciones: La Vil-
la que está junto al Pueblo, que fue poblado de es-
pañoles con Alcalde, Cabildo y Regimiento, Dos Con-
ventos el de San Francisco y La Merced y un Hospital
de San Juan de Dios. Y al presente sólo se hallan las
ruinas y vestigios de los templos y casas y sólo la
habitan unos pocos negros, y mulatos carpinteros.
El pueblo de Chinandega, el de El Viejo y Chichigal-
pa son de indios mesclados con ladinos de todas es-
feras, producidos de las familias que se despoblaron
de El Realejo y todas estas poblaciones están en dis-
tancias de cuatro leguas y en su entorno hay muchas
estancias de ganado vacuno, y algunas haciendas de
trapiches de hacer de azúcar. (Sánchez, 1977).
En esta cita encontramos los orígenes de la etnología
y la antropología económica de los actuales municip-
ios de El Realejo, Chinandega, Chichigalpa y El Viejo.
Además tenemos una reconstrucción de la funcion-
alidad que tuvieron las estructuras arquitectónicas
históricas que se observan en casi todos los solares
de las viviendas de los actuales pobladores de la co-
munidad de El Realejo, que funcionaron como in-
stituciones religiosas como los conventos Francisca-
nos y Mercedarios y públicas como El Cabildo, La
Aduana, La Escuela y El Hospital. Con el objetivo
de corroborar que en la comunidad de El Realejo
se conservan los vestigios de uno de los primeros
conventos coloniales de Nicaragua, se realizó ex-
cavaciones arqueológicas en dos espacios internos
de la estructura religiosa denominada Convento San
Francisco de El Realejo.
El Padre Edgard Zúñiga en su obra Historia
Eclesiástica de Nicaragua se reere a la ausencia de
conventos en La Villa de El Realejo para el año de
1621, cita: En la villa y Puerto de El Realejo, Pro-
vincia de Nicaragua a trece días del mes de Febrero
de 1621, ante el capitán Cristóbal de Salazar, cor-
regidor de esta villa por SM. Fue leída esta petición;
enviar a su majestad (S.M) en su Real consejo de In-
dias: Que hasta ahora no ha habido ni hay convento
alguno fundado con licencia de su majestad y que ha
carecido y carece de quien predique la palabra evan-
gélica y acuda a la crianza de buenas costumbres de
los niños que aquí nacen. (Zuniga, 1997)” . El padre
Zúñiga recoge otra cita referida a la fundación del
Convento, dice: “En Enero de 1639 el padre Fran-
ciscano Pedro de Zúñiga fue nombrado por el deni-
torio de la provincia de San Jorge comisario de la
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provincia ante la corte, con la intención de traer más
franciscanos a Nicaragua, el Fraile Zúñiga viajó a Es-
paña y ya de vuelta a nuestras tierras en compañía
de 22 frailes en el galeón de San Juan frente a la
costa de Cádiz fue asaltado por corsarios franceses
el 22 de Julio de 1640 quedando como naufrago en
el mar hasta el día 27 cuando llegó a las costas prác-
ticamente desnudo, salvado milagrosamente por la
intercepción de nuestra señora del Viejo. Para esta
fecha los conventos Franciscanos más importantes
de Nicaragua eran: El de la Concepción de Grana-
da, El de Santiago de Jinotepe, El de Santa Ana de
Chinandega, El de la Asunción del Viejo, El de la
Concepción de Rivas y El San Antonio del Realejo.
(Zuniga, 1997).
Para mediados de 1700 el
convento pasó a llamarse
San Francisco; así lo dice
la siguiente cita: “En 1752
el obispo de la diócesis de
Nicaragua Marín Bullón
y Santa Cruz realizó una
gira por todas las iglesias
de la provincia, cuan-
do llegó a La Villa de El
Realejo que ya para esos
días estaba en franco
abandono había una par-
roquia a cargo de un cura
y un sacristán Mayor y
un Convento o iglesia de
San Francisco a cargo de
un guardián que atendía
por cuaresma. (Zuniga,
1997). Es probable que
este Convento estuviera
funcionando hasta nales
de 1800, pues en 1823 ya estaba en ruinas y no tenía
funcionamiento religioso, esto se comprueba con la
cita:
tenía su vivienda colindante con los vestigios arque-
ohistóricos, le hicimos una entrevista en el año 2005
cuando tenía 65 años de edad, ella nos compartió
lo siguiente: A mí me contaron que era un convento
muy grande, lo que usted ve cercado con la maya es
solo la parte donde estaba la iglesia pero no era ese
el tamaño, aquí donde estamos hay muros del con-
vento, mi casa está sobre ellos y también la de los
vecinos, si camina en los solares puede verlos y res-
tos de tejas, botellas de vino todo del tiempo cuando
El Realejo era un Puerto. (Benita, 2005).
Se realizaron dos excavaciones, una en el Altar May-
or donde se encontraron vestigios arquitectónicos
correspondientes al piso del edicio de la primera
etapa constructiva del edicio, en este piso se en-
contró evidencia de combustión conrmando el dato
histórico que dice que el primer edicio se quemó y
tuvo que ser reconstruido con mejores materiales;
también encontramos un rasgo funerario consist-
ente en restos óseos humanos asociado al sexo fe-
menino y auxiliándonos por la Antropología física
se logró a determinar que era una joven entre 20
a 25 años de edad, con
una estatura de 1.50
a 1.55 m. aproximad-
amente. Por las carac-
terísticas biológicas de
sus dientes en forma de
pala inferimos que era
perteneciente a la po-
blación mestiza y fue
sepultada en un espa-
cio de privilegio dentro
del edicio, sugiriendo
que pudo haber esta-
do relacionada con el
servicio religioso en el
templo.
El siguiente espacio
afectado por la ex-
cavación fue el presbi-
terio del convento don-
de se encontraron tres
rasgos funerarios que
contenían fracciones esqueléticas pertenecientes
a un infante, una mujer joven y un adulto maduro
pasado de la sexta década de vida. Estos individuos
fueron sepultados en este espacio después de la se-
gunda etapa constructiva del edicio (1646). La ter-
cera tumba encontrada tiene todas las características
de un típico entierro cristiano español, este patrón
de enterramiento ya se había registrado en León de
Imabite y el Convento San Francisco de Granada.
(García, 2010)
La población de la comunidad de El Re-
alejo se integró y fue participe del estudio
arqueológico, cuatro jóvenes comunitar-
ios de nombre Julio Zelaya Paredes, Víc-
tor Mayorga Juárez, José Salinas y Ab-
dul Pereira Paredes formaron parte del
equipo de asistencia en las excavaciones
y nos compartieron sus memorias míti-
cas sobre el edificio; afirmando que era un
convento y que se conectaba con la iglesia
San Benito por un túnel subterráneo, donde
habían tesoros que buscaban los piratas y que
por eso lo habían sellado. Doña Benita (q.e.p.d)
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Sandra Espinoza y Ramiro García El Realejo: Una Comunidad viva sobre un empl ...
El análisis de Antropología Física “In Situ” inere
que se trata de un hombre adulto pasado de la sex-
ta década de vida, 1.75 mts de altura, sepultado en
una caja de madera sellada con clavos, la posición
de su cuerpo es viendo al altar mayor, con sus manos
debidamente colocadas sobre el tórax y sus pies jun-
tos, con evidencias de afectaciones patológicas en
las articulaciones de los huesos largos, enterrado
en el tercer espacio del presbiterio del altar mayor
como cierto privilegio que se la daba a las personas
con estatus social de la época.
Al observar esta tumba Daña Benita que gentilmente
todos los días nos preparaba el desayuno, nos co-
mentó que sus abuelos le dijeron que en ese con-
vento estaba enterrado el Alcalde que fue del puerto
de El Realejo. Revisando las fuentes bibliográcas
encontramos una cita referida a este personaje que
dice:
Como vimos, en 1640 el Alférez Pedro Moreno
Rubio, fue nombrado vitaliciamente, Depositario General
de la Villa y Puerto del Realejo en virtud de haber hecho
la mejor oferta para ocupar el puesto. Por el año 1658,
según el estipulado, renuncia de dicho empleo en favor de
su cuñado José Romero y de su hijo don Tomas Moreno.
Acaeciendo en este año la muerte de don Pedro Moreno
Rubio conforme se acostumbraba y se ordenaba las dili-
gencias al respecto se efectuaron. (Sánchez, 1977).
Esta cita nos da la fecha de fallecimiento del Alcalde
Vitalicio de El Realejo Don Pedro Moreno Rubio y esta
fecha coincide con el período en el cual el templo o
Convento San Francisco era el único edificio religioso
de El Realejo y por lo tanto el único cementerio o es-
pacio de enterramiento digno para una personalidad
como era este español. El hecho que la cita diga que
Don Pedro Rubio, delegó el cargo en su hijo nos hace
inferir que era un hombre adulto maduro al morir,
probablemente de la tercera edad, lo que también co-
incide con las características biológicas de los restos
óseos del espécimen descubierto en la tumba número
tres. La cita también menciona que después del de-
scenso de Don Pedro Rubio se actuó conforme se acos-
tumbraba y se ordenaban las diligencias lo que sugiere
que le practicaron un entierro típico de su época, re-
ligión e importancia social.
Mediante el estudio se corroboró que el espacio religi-
oso fue utilizado como cementerio ya que en esa época
todavía no se habían creado los cementerios, además
se encontró suficiente evidencias para afirmar que se
construyó en dos ocasiones ya que fue destruido por el
fuego. Finalmente se verificó que parte de los muros
del edificio se encuentran como cimientos de viviendas
actuales y que no se ha delimitado completamente el
espacio del Convento.
Imagen 2. Cuadriculas de excavaciones con participación de la
comunidad, 2005. Foto Ramiro García.
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Descubrimiento de los empedrados del Burdel de
Las Pedrarias en El Realejo para continuar hurgando
en la Antropología histórica de la comunidad de El
Realejo realizamos un estudio arqueológico en un
espacio habitacional denominado Finca La Batería,
localizada entre las coordenadas Norte: 12°, 32’,
12”. Oeste: 87°, 10’, 03” muy próxima al sitio donde
estuvo el muelle del histórico Puerto. La casa tiene
fachada colonial con los típicos corredores por los
cuatro costados, emplazada en la periferia del po-
blado, al nal de la calle principal de El Realejo. Las
excavaciones fueron realizadas en el año 2005 con
la autorización del entonces dueño de la propiedad
el Sr. Hilario Alemán (q.e.p.d) y toda su amable fa-
milia. La casa está construida sobre los cimientos de
piedra de una estructura arquitectónica antigua de
la época colonial. Para conocer datos del inmueble
entrevistamos a Don Hilario y nos contó: Esta Ca-
sona fue construida hace 200 años, yo soy de Chi-
chigalpa vine a vivir aquí en 1980, hace unos años
me vino a visitar un hombre llamado Ricardo Pasos
Marciacq me dijo que era escritor de novela y que
esta casa estaba sobre las ruinas de un prostíbulo y
que iba a escribir un libro llamado El Burdel de Las
Pedrarias, que aquí en los tiempos del puerto traían
a las mujeres más lindas de Tezoatega que es El Viejo
y que las obligaban a ser prostitutas, eran esclavas
y las mataban. Yo no sabía nada de eso pero él me
dijo que un gobernador español era el dueño y que
el nombre de la vieja casona era La Casa de Las Mar-
garitas. (Alemán, 2005).
En las fuentes históricas encontramos una cita referida
al tercer gobernador de Nicaragua Rodrigo de Contre-
ras y su esposa María de Peñaloza, quienes gobernaron
la provincia entre los años de 1535-1550, la cita trata
de un juicio enfrentado por el gobernador ante la au-
diencia e incluso ante la Corona española donde se le
acusa de tener un negocio ilegal que consistía en la
prostitución, esclavitud y maltrato de mujeres libres
del poblado de Tezoatega (El Viejo), para venderlas
como prostitutas a los marineros que pasaran por el
Puerto de El Realejo. Las citas dicen textualmente: …”
Yten que consiste que un pueblo de Yndios que tiene en
administración Rodrigo de Contreras que se dize Teote-
ga ques de su suegra se alquilen las indias libres del a
marineros es otras personas que están en el puerto del
Realejo ques doze leguas de León e una legua del dicho
pueblo deste Teotega esto para que se hechen con las tales
personas e ansy por vna india hermosa piden a vn precio
e por otra que no loes tanto otro precio y si otra persona
las alquila le castigan y le hechan pena por ello.”
Otro testigo dice: “Ávido venir a esta ciudad al dicho
Rodrigo de Contreras de un pueblo ques de la dicha
doña María de Peñalosa que está cerca del Realejo.”
(Bolaños, 1954)
Estas citas históricas arman que Rodrigo de Contre-
Imagen 3. Don Hilario Alemán (q, e, p, d.) sentado en el alero frontal de la casona de la Finca La Batería. 2017. Foto Sandra
Espinoza.
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Sandra Espinoza y Ramiro García El Realejo: Una Comunidad viva sobre un empl ...
ras y su mujer María de Peñalosa, pusieron a fun-
cionar un prostíbulo cerca del Puerto de El Realejo,
donde obligaban a mujeres jóvenes autóctonas del
pueblo de Tezoatega a ser prostitutas, empleando
una forma cruel de esclavitud sexual con estas mu-
jeres, y que las tomaban, porque Tezoatega era una
encomienda que le pertenecía por herencia a Doña
Isabel de Bobadilla mujer de Pedrarias Dávila prim-
er Gobernador de Nicaragua quien se la cedió a su
hija Doña María de Peñalosa esposa de Rodrigo de
Contreras.
Ricardo Pasos Marciacq, en su novela histórica El
Burdel de Las Pedrarias, menciona que existió una
casa en el Puerto de la Posesión la que fue construi-
da y arreglada exclusivamente para recibir a los cli-
entes que llegaban a comprar el servicio sexual de
las mujeres precolombinas obligadas a ser prostitu-
tas para mantener el negocio del matrimonio Con-
treras Peñalosa. En este libro se menciona que la
casa estaba a 600 varas del atracadero y que uno de
los primeros clientes del negocio fue el adelantado
Pedro de Alvarado que llevó más de 100 soldados
a comprar el servicio de las mujeres en esta casa
de citas.
La investigación arqueológica en la Casa Hacien-
da La Batería tenía como n encontrar evidencias
que conrmen la información dada por las fuentes
históricas y orales a cerca de la existencia
del prostíbulo establecido por Rodrigo de
Contreras. Se realizaron dos cuadrículas
en las que se encontró un piso empedra-
do característico de las construcciones
coloniales principalmente para calles y
aleros de las viviendas coloniales, este
patrón constructivo ya ha sido registrado
arqueológicamente en antigua Panamá y
fue usado en algunas calles de la actual
ciudad de León, Granada, El Viejo y Chi-
chigalpa en nuestro país. Con el objetivo
de agotar la posibilidad de que el empe-
drado representara un montículo preco-
lombino más especícamente un espacio
de enterramiento de nuestros pueblos an-
cestrales decidimos mover una parte de
las piedras y profundizar la excavación lo que sirvió
para saber que no existía ningún vestigio cultural
prehispánico bajo el empedrado. Durante la ex-
cavación solamente se encontraron algunos clavos
coloniales probablemente de carretas y fragmentos
de porcelana; lo que nos hace inferir que esos ma-
teriales son parte de las actividades antrópicas que
realizaban en este espacio y que quedaron en el
subsuelo antes de la construcción del empedrado.
El estudio nos indica que el espacio investigado es
parte del complejo arquitectónico de una casa co-
lonial de grandes dimensiones que se extiende has-
ta donde actualmente está la casa de La Finca La
Batería, es seguro que al realizar investigaciones en
todo el sitio podríamos denir los límites y formas
constructivas del edicio arquitectónico colonial y
posteriormente con áreas denidas podríamos en-
contrar evidencias de las actividades antrópicas que
realizaban en la vivienda.
Por ahora nos limitamos a denir que el sitio en
donde está la hacienda La Batería es un yacimien-
to arqueológico con vestigios culturales y arqui-
tectónicos principalmente coloniales y que sería de
mucha importancia para la historia de Nicaragua
investigar todo el edicio; al igual que todas las
construcciones coloniales de El Realejo; pues repre-
sentan el estilo urbanístico de la colonia temprana.
De acuerdo a las fuentes históricas en este Puerto se
construyó la primera aduana, bodegas en donde se
Imagen 4. Empedrado de un alero de la Casa de las
margaritas. 2005. Foto Ramiro García.
Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Rutas de la Antropología Nicaragüense
Puesta en valor del Patrimonio material e
inmaterial de El Realejo a través del turismo
comunitario
Según Marvin Harris la Antropología Cultural es el es-
tudio de la humanidad, de los pueblos antiguos y mod-
ernos y de sus estilos de vida. La actual comunidad
de El Realejo es una población con aproximadamente
1200 viviendas, de todo tipo, (madera, concreto, ran-
chos de palma), algunas con piso de concreto, ladrillos
y tierra, los techos son de zinc, palma y tejas en su
gran mayoría. Las construcciones modernas están so-
bre los cimientos o estructuras arquitectónicas de la
época colonial y en muchos lugares aún se pueden ob-
servar vestigios de las antiguas construcciones. (BCN,
2017). Estos vestigios arquitectónicos junto a los obje-
tos históricos que se conservan en el subsuelo y toda la
memoria colectiva que resguarda la comunidad forman
parte del Patrimonio Cultural Material Mueble-Inmue-
ble e Inmaterial de la comunidad de El Realejo. Los po-
bladores reconocen que sus raíces e identidad están en
el antiguo asentamiento histórico, pero necesitan em-
poderarse de todos estos recursos para que sean los ga-
rantes de la protección, conservación y puesta en valor
de los bienes patrimoniales. La población de El Realejo
necesita crear emprendimientos locales, formar aso-
ciaciones comunitarias de la mano de los programas
solidarios del Gobierno de Unidad y Reconciliación Na-
cional, que les permitirán el desarrollo del Turismo Co-
munitario para transformar el pueblo de El Realejo en
un Museo “In Situ”, un espacio interpretativo donde la
comunidad viva muestre que están asentados sobre los
vestigios de sus antepasados. Agustín Santana, 1997
alertaba respecto a la necesidad de un desarrollo in-
tegral de lugares con potencial turísticos. El concepto
de patrimonio se asocia a la idea de “herencia”, ya sea
en relación al arte, la arqueología o lo artístico. El de-
sarrollo sustentable aparece como una alternativa a la
crisis ambiental – cultural, se evidencia, de hecho, que
cualquier escenario cultural puede convertirse en un
recurso y producir benecios, y para ello es necesario
establecer mecanismos de interrelación entre el sector
público, principalmente gobiernos locales y regionales,
el sector empresarial, las instituciones de investigación
y formación, y sin lugar a dudas, los propios locales. Se
ha de tener en cuenta la cultura en todas las acciones
de desarrollo en una triple vertiente: como factor de
cohesión social, como factor de diálogo entre los pueb-
los y como generador de empleo. (Áreas, 2006).
Imagen 5. El Realejo ayer y hoy. Dibujo tomado del Libro Historial de
El Realejo. (Sánchez, 1977). Foto de Sandra Espinoza.
Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Sandra Espinoza y Ramiro García El Realejo: Una Comunidad viva sobre un empl ...
Conclusión
Como lo reere Molano 2008, nadie puede vivir sin
recordar y nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos
de la historia; la historia está allí orientando nuestros
juicios a cada instante, formando nuestra identidad,
determinando la fuente y toma de conciencia de nues-
tros valores. Los resultados de los estudios realizados
en El Realejo desde la antropología, la etnografía, la
arqueología y la historia han permitido corroborar la
importancia y el signicado antropológico, histórico,
cultural y comercial que tiene espacio geográco de
nuestro territorio. Para construir una antropología del
turismo comunitario en El Realejo es necesario conocer
lo sagrado, el mito, la ritualidad, el símbolo, el imag-
inario, la arquitectura, la gastronomía. La propuesta
sería construir la “fantasía” del pueblo mágico, pero
estudiando los haberes y saberes locales para que no
se dañe la integridad comunitaria y para que sean ellos
quienes reciban los benecios. Debemos de tener muy
en cuenta que descolonizando nuestros pensamientos,
nuestras ideas, podemos llegar alcanzar una verdad-
era independencia cultural y económica con proyec-
tos de emprendimientos ya sean macros o micros que
coadyuven al buen vivir de las comunidades, y aporten
al desarrollo socioeconómico de la nación.
Alemán, H. (25 de Febrero de 2005). lA cAsA de lAs mArgA-
ritAs. (r. gArcíA, entrevistAdor)
áreAs, d. l. (2006). se evidenciA, de HecHo, que cuAlquier
escenArio culturAl puede convertir- se en un recurso
y producir beneFicios, y pArA ello es necesArio estA-
blecer me- cAnismos de interrelAción entre el sector
público, principAlmente gobiernos locAles y regionA-
les, el. s/c: s/e.
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Raíces
Revista Nicaragüense de Antropología Año 2 No.4 | 2018
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Rutas de la Antropología Nicaragüense
Sandra Verónica Espinoza
Realizó estudios de Licenciatura en Administración turística (1999), posteriormente (2002) estudió un Técnico Superior en el
Instituto Nacional Tecnológico de Nicaragua en Administración de la Cultura. Entre 2009 y 2010 hizo un Diplomado en Peda-
gogía de la Formación Profesional en la Universidad de Don Bosco, San Salvador, El Salvador. De 2000 a 2003 se desempeñó
como Subdirectora del sitio León Viejo (Patrimonio Mundial). Del 2006 al 2014 fue directora del Museo Chorotega-Nicarao
(Chinandega). De 2005 al 2014 trabajó como docente de Área Técnica o Formación Profesional. A partir del 2005 empezó a
trabajar como consultora en temas turísticos, culturales y sobre liderazgo. Actualmente está cursando la Maestría en Antro-
pología y Liderazgo Social.
Ramiro García Vásquez
Realizó estudios de Licenciatura en Ciencias de la Educación con Mención en Biología (UNAN-Managua). Posteriormente
hizo estudios Técnicos en el extranjero (México, Panamá, Suecia, Dinamarca) se especializó en Paleontología, Arqueología y
Antropología Física. Entre 1994 y 2013 se desempeñó como Responsable del Departamento de Investigaciones Antropológi-
cas del Museo Nacional de Nicaragua, realizó investigaciones paleontológicas, antropológicas y arqueológicas a nivel na-
cional. En el año 2001 fue condecorado con la Medalla Diocleciano Chávez y Las Llaves del Museo Nacional de Nicaragua
en reconocimiento a su labor científica. Es miembro Honorario de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua. En los
últimos 15 años se ha desempeñado como Consultor Cultural a nivel nacional e internacional.