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compromiso social
COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 5, Año 03. Vol 1 Ene-Jun. 2021.
Debido a la situación que experimenta el país por la
COVID-19, las acciones de Extensión Universitaria,
que se enmarcan en el trabajo en territorios, han
debido pasar por un proceso de revisión general
que requiere de marcos de referencia más amplios
y de otros contextos, tanto del plano nacional como
internacional. De allí la importancia del presente
trabajo, el cual permite hacer una mirada acerca lo
se ha hecho, cómo se ha hecho, cuáles han sido los
actores claves alrededor del trabajo en territorios y
el nivel de compromiso social de la universidad. Esta
sistematización servirá de base para la adecuación de
los marcos de actuación y para consolidar el nuevo
sentido de la vinculación universidad-sociedad.
Metodología
La metodología utilizada para el abordaje del presente
trabajo asociado con la reexión crítica sobre el trabajo
en territorios, a raíz de la COIVD-19, consistió en la
revisión documental. En primer lugar, de las políticas
en materia de salud emitidas por las autoridades
competentes, de los lineamientos más relevantes
emitidos por la universidad a través de sus órganos
de gobierno, y una valoración de los referentes
relacionados con el trabajo comunitario de UDELAS,
así como entrevista a actores claves.
Antecedentes
Durante los primeros veinte años del siglo XXI, hemos
presenciado un cambio de época en el rol que juegan las
universidades, no sólo en el ámbito de la formación de
nuevos profesionales que entrarán a formar parte de la
dinámica de desarrollo de los países, sino por la forma en
que se vinculan las instituciones de Educación Superior
al diario vivir de las naciones. Es allí, donde la Extensión
Universitaria ha venido evolucionando desde diversos
enfoques y perspectivas. Parte importante de estos
procesos de reexión, gira en torno a debates que nos
reeren, como señala (Ramírez, 2012) a “los diversos
modelos, conceptos o concepciones predominantes
de la extensión universitaria, los cuales responden a
diversas posturas ideológicas y concepciones acerca
de la relación que debe existir entre la Universidad,
la sociedad y los sectores involucrados, de lo cual los
países latinoamericanos no han sido la excepción”.
Diversos autores han desarrollado ampliamente
propuestas teóricas, conceptuales y metodológicas que
permiten identicar claramente una caracterización de
modelos y enfoques sobre la Extensión Universitaria,
entre los que destaca la propuesta de Valsagna (ULEU,
1997) que identica y describe tres enfoques a saber:
el tradicional, el economicista y el integracionista
1
.
Desde la experiencia desarrollada por la UDELAS,
cada vez nos convencemos acerca de la inminente
necesidad de fortalecer un enfoque integracionista,
que nos permita actuar, como arma Valsagna (ULEU,
1997), “desde una perspectiva democrática, crítica
y creativa”. Uno de los ámbitos desde los cuales
creemos que es posible poner en práctica este enfoque
es desde la organización y denición de procesos
que permitan la integración de las funciones de la
docencia, la investigación y la extensión, alrededor
del trabajo en territorios. En su orden serían, aprender
de una rama especíca del conocimiento, con el n de
generar contenido cientíco técnico a la investigación
participativa, que, a su vez, permita arrojar evidencia
cientíca que pueda ser compartida con la sociedad
a través de las diversas actividades de extensión
universitaria.
Una de esas actividades de Extensión Universitaria,
es establecer relaciones de acompañamiento a
comunidades con altos grados de vulnerabilidad para
apoyarles con sus planes de desarrollo local que le
permitan mejorar sus capacidades de diálogo con
las autoridades locales y/o regionales, resolviendo
algunos problemas prioritarios que le permitan
generar condiciones de vida más adecuadas.
En UDELAS, la evolución de la Extensión Universitaria
ha ocurrido en un paralelismo a la propia vida y
desarrollo institucional, desde su creación en 1998.
Hace 23 años, UDELAS establece una política clara de
vinculación con los pueblos originarios de las etnias
Ngabë Buglé y Guna Yala, de manera prioritaria, y otros
grupos humanos como la niñez, los adultos mayores
y las mujeres, quienes, de forma conjunta, comparten
aspectos de la historia y los logros que han alcanzado
hasta el año 2019.
1 El tradicional: promueve la universidad como una fuente de conocimiento y saberes, por lo que su inuencia está en lo que aporta en ese sentido a algunos
sectores con un carácter más bien de dador y de forma unidireccional.El economicista: está dado en la actuación de la Universidad en el mercado como
empresa y desempeña el papel de soporte cientíco y técnico del sector productivo, organizando el conocimiento en función de la rentabilidad económica
y dirigida hacia el mercado; incluye otras modalidades orientadas a la transferencia tecnológica, a la actualización y a la capacitación de los profesionales.
El integracionista: visualiza la universidad desde una perspectiva democrática, crítica y creativa, que parte del concepto de la democratización del saber
y asume la función social de contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de la sociedad; esto es, a través de la interactividad y la multidireccionalidad
con los diferentes actores, aporta no solo el crecimiento cultural, sino también propende a la transformación social y económica y con ello a su propia
transformación.
El trabajo comunitario en UDELAS: una revisión crítica
Pág. 89-100