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compromiso social
COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 5, Año 03. Vol 1 Ene-Jun. 2021.
Resumen
Todos los días nos comunicamos de distintas maneras y
con diferentes personas. Intercambiamos información
a cada momento, a cada instante. Esto lo hacemos
en sus diversas modalidades, a saber, interpersonal-
masiva, directa e indirecta, inmediata y mediada
por medios tradicionales, o tecnología de punta. La
comunicación implica también el intercambio de
imágenes, de información, de conocimientos, de
gestos, de palabras… en todo caso de signicados,
incluyendo estereotipos, prejuicios y múltiples formas
de discriminación. Enviamos mensajes o audios de
WhatsApp, fotos y videos por Instagram, y compartimos
artículos que nos interesan a través de Facebook.
Pero, cuando tenemos que hacerlo con un adulto
mayor, generalmente lo hacemos cara a cara. A veces
suponemos que ellos no tienen celular, o que no saben
usar las redes sociales. Respecto a la metodología, se
realizó un análisis sobre los lenguajes que circulan en
los medios de comunicación de Argentina, sobre todo
en los audiovisuales y especícamente en las notas
policiales de los informativos.
También se realizó un abordaje teórico sobre
diferentes conceptualizaciones y autores que abordan
sobre la temática. Como resultado y conclusiones,
podemos mencionar a los siguientes interrogantes
¿cambiamos nuestro lenguaje o nuestras expresiones
para con los Adultos Mayores? Y cuando estamos en
un medio de comunicación, ¿cómo nos referimos a
ellos? ¿Utilizamos algún estereotipo como “abuelos
o viejitos”, aprovechando el uso del diminutivo como
si fuese más condescendiente? Con este trabajo nos
proponemos reexionar sobre el uso del lenguaje en
los medios de comunicación cuando nos referimos a
un colectivo que –muchas veces- está invisibilizado o
solo es sujeto de noticia frente a hechos policiales.
Palabras claves
Inserción curricular, extensión universitaria, Plan de
Estudio, estructura curricular, proyectos integrados.
Estereotipos y miradas de los
Adultos Mayores en los medios
de comunicación
Stereotypes and views of older adults in the media
©
Copyright 2021. Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua)
Todos los derechos reservados
Fecha de recibido: 23/04/2021 Fecha de dictaminado: 31/05/2021
Alfredo Oscar Fernandez
afernandez@uarg.unpa.edu.ar
https://orcid.org/0000-0003-1249-5621
Santiago Puca Molina
Escuela de Comunicación. Unidad Académica Río
Gallegos (UNPA)
santipucamolina@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-3465-3195
Estereotipos y miradas de los adultos mayores en los medios de comunicación
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COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 5, Año 03. Vol 1 Ene-Jun. 2021.
Alfredo Oscar Fernandez y Santiago Puca Molina
Summary
Every day we communicate in dierent ways and
with dierent people. We exchange information
at every moment, every instant. We do this in its
various forms, such as interpersonal-massive, direct
and indirect, immediate and mediated by traditional
means, or state-of-the-art technology. Communication
also implies the exchange of images, information,
knowledge, gestures, words ... in all of its meanings,
including stereotypes, prejudices and multiple forms
of discrimination. We send WhatsApp messages or
audios, photos and videos on Instagram, and we share
articles that interest us through Facebook. But when
we have to do it with an older adult, we usually do it
face to face. Sometimes we assume that they do not
have a cell phone, or that they do not know how to
use social networks. Regarding the methodology,
an analysis was carried out on the languages that
circulate in the Argentinien media, especially in the
audiovisual media and specically regarding police
news reports. A theoretical approach was also carried
out on dierent conceptualizations and authors that
address the subject. As a result and conclusions, we
can mention the following questions: do we change
our language or our expressions towards Older Adults?
And when we are in a communication medium, how
do we refer to them? Do we use a stereotype such as
“abuelos” o “viejitos” taking advantage of the use of
the diminutive as if it were more condescending? With
this work we propose to reect on the use of language
in the media when we refer to a group that - many
times - is invisible or is only the subject of news in the
face of police events.
Keywords
Older adults; media; stereotypes.
Introducción
Desde los medios de comunicación se abordan en
reiteradas oportunidades situaciones que tienen como
protagonistas a los adultos mayores. Se los señala
como “abuelos o jubilados”, y suelen ser noticia —
solamente— frente a situaciones de robos, engaños
o de desprotección social. Las secciones policiales
suelen contener, a diario, noticias en este sentido.
Pero, ¿cómo debe abordarse el tema de la vejez en
los medios de comunicación? ¿Existe legislación que
garantice sus derechos? ¿Hay términos que debemos
cambiar y expresarnos de otra manera? En este
trabajo se propone abordar la problemática de la
comunicación respecto de los adultos mayores en
los medios, vinculados a los derechos que tiene este
colectivo, y cuestionando los estereotipos utilizados
hoy.
Los medios y la construcción de la realidad
Los medios de comunicación desempeñan un papel
importante en la construcción y el conocimiento de
la realidad que forma parte de nuestra vida cotidiana,
sin que tengamos alcance en ello. No todos los hechos
son transformados en noticia, sino sólo aquellos que
resultan seleccionados por los medios para tal n. En
la mayoría de los temas de relevancia pública, “los
ciudadanos se las ven con una realidad de segunda
mano”, es decir, con la construcción de una parte
de la realidad social fabricada por los medios de
comunicación, que permite a los individuos informarse
sobre lo que sucede en su entorno.
En este proceso de construcción de las noticias, los
medios tienen un papel clave, puesto que difunden
información e ideas sobre distintos temas en forma
accesible para grandes audiencias, e inciden en la
naturaleza de nuestro pensamiento. De este modo,
hacen circular ciertos temas destinados a inuir sobre
el debate público. Por lo tanto, y a manera de ejemplo,
si se muestra a la vejez solamente como víctima del
abuso de algunos vivos, o sujetos que requieren
exclusivamente acompañamiento del estado, tenderá
a formarse una opinión sesgada de la realidad respecto
de ese colectivo.
Los medios tienen mucha responsabilidad en la
construcción de determinadas ideas, ya que proveen
marcos cognitivos que intervienen en la percepción
del público sobre los sucesos de su entorno. No son los
únicos agentes de socialización, sino que desempeñan
un papel signicativo en el “modelado de los
saberes” de las audiencias. Varios autores recuerdan
que los medios poseen una tarea fundamental en
“la producción, reproducción y distribución de
conocimientos”, ya que “nos permiten dar sentido al
mundo, conforman nuestra percepción de él, y se suman
al fondo de conocimientos anteriores” (McQuail, 1983,
p. 59).
A modo de ejemplo, la Defensoría del Público señala
que “las imágenes que se muestran en los noticieros
advierten una visión anclada en un sujeto pasivo
que sólo recibe cuidados, que es frágil y vulnerable:
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no reeja, de ningún modo, la diversidad propia del
envejecimiento y la construcción de los mayores como
sujetos de derecho” (Defensoría del Público, 2018).
Los medios construyen también representaciones
simbólicas (Frávega, Márcico. 2015) y deben adecuar
su lenguaje a las nuevas formas de abordar la temática
de la gerontología en sus informes. Ya no es el viejito
que mira la vida desde una mecedora, sino que es una
persona protagonista de muchas actividades desde la
etapa que le toca vivir. Si solo se muestran imágenes
de adultos mayores víctimas de robos en la vía pública,
seguramente se construye un imaginario tal, que luego
esas mismas personas no querrán salir a la calle y se
quedarán encerradas por miedo a que les ocurra algo.
Si nos tomamos el trabajo de analizar cómo se
visualiza hoy al adulto mayor en los noticieros de
televisión, veremos que —en general— aparecen
como protagonistas de noticias policiales, ya que son
víctimas de abandono, soledad, o incluso de muertes
trágicas. Otras de las situaciones que observamos
en los medios, se los vincula con personas con salud
muy deteriorada y que necesitan ser atendidos
permanentemente.
Incluso —en algunas oportunidades— se los asocia
con que son consumidores de muchos recursos
económicos (el importe necesario para el pago de
las jubilaciones y pensiones) o recursos sanitarios
(la cantidad de dinero que el PAMI gasta en
medicamentos). Sin embargo, podemos armar que
esta no es la única realidad. Existen otras realidades
que no se muestran con la misma frecuencia, por
ejemplo: la participación en eventos deportivos,
asistiendo a bibliotecas, museos, viajes de turismo,
haciendo compras en el supermercado, o incluso
recogiendo a los nietos del colegio. Y ya con menos
frecuencia, algunos son protagonistas de historias
excepcionales, como estudiar en la universidad y la
obtención de títulos a pesar de la edad (Puca Molina,
2016).
En general, no se valora la experiencia ni su
conocimiento ni lo que han aportado a lo largo de
toda su vida a la sociedad, sea a través de trabajo
remunerado o sin remunerar. Es como si el llegar a la
jubilación o ser pensionista, convirtiera a las personas
en dependientes e incapaces, en una carga.
La tendencia actual de la sociedad, y raticada por
el discurso de los medios de comunicación, es la de
trasmitir un único valor, “el de la juventud, a pesar
de que ser joven no tiene mérito alguno, puesto que
no hay que hacer nada para serlo y además es algo
temporal”. Frente a este imperativo, todo aquello que
no sea joven y vital pierde valor, y cuánto más lejos se
esté de esa etapa, menos valor posee.
Uso del lenguaje
Además de las imágenes de los adultos mayores en
los medios de comunicación, también el lenguaje
utilizado en los mismos al referirse a los mayores
aanza el estereotipo. Se utiliza con frecuencia un
lenguaje demagógico, paternalista e incluso falto de
respeto. Términos como “dependientes”, “ancianos”
o “pasivos” demuestran el uso de un lenguaje
peyorativo y cargado de prejuicios, que no responde
a la realidad.
Las imágenes sociales negativas vinculadas a la
edad ponen en riesgo el envejecimiento activo
y saludable ya que las personas mayores acaban
aceptando y asumiendo esta forma de envejecer.
Por el contrario, debería tenerse en cuenta el valor
añadido de las personas mayores fundamentalmente
por su experiencia. Además, se debería evitar el uso
de los estereotipos de pasividad, enfermedad, declive,
deterioro, y falta de autonomía personal, además de
jubilado, pensionado o viudo. Debería primar la imagen
activa, saludable y participativa de las personas.
También evitar infantilizar a las personas mayores,
dando por hecho que su lenguaje o dicultades de
expresión que puede causar la edad supongan un
menor nivel cultural o intelectual. Envejecer no signica
solo pérdidas y riesgos, sino también compensaciones
y logros. Dar valor a esta etapa de la vida como un
tiempo de transformación y cambio, no únicamente
de desprotección.
Frente a esta situación la Defensoría del Público
(Idem, 2016) sugiere una serie de recomendaciones
destinadas a los comunicadores, a tener en cuenta a la
hora de referirse a este colectivo:
1. Utilizar la expresión “personas mayores” y
evitar el uso descontextualizado de los términos
“abuelo/a” o “jubilado/a” para referirse a los
miembros de este grupo social integrado por
personas de 60 años o más.
A partir de los postulados de la Convención, se
propone denominar “personas mayores” a quienes
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transitan la etapa de la vejez, un término respetuoso
e inclusivo que incorpora a mujeres, varones e
integrantes del colectivo LGTBIQ. Usar “abuelos/
as” para referenciar a las personas mayores implica
despersonalizarlas y reducirlas a un rol familiar que no
se extiende invariablemente al total de los integrantes
de este grupo etario y, al mismo tiempo, invisibiliza
las múltiples funciones que estos sujetos de derecho
pueden cumplir en la sociedad. Asimismo, se aconseja
denominar “jubilados/as” a las personas mayores sólo
en el abordaje de hechos que efectivamente reeran a
la jubilación.
2. Brindar información sobre las características del
contexto de envejecimiento en Argentina y en el
mundo.
El mundo está atravesando un continuo proceso de
envejecimiento que tiene implicancias y consecuencias
económicas, políticas y socioculturales, que demandan
ser objeto de mediatización. Argentina, se ubica
entre los países más envejecidos de América Latina,
con más del 15% de personas mayores y en 2050, el
25% de su población tendrá 60 años o más y habrá la
misma cantidad de personas mayores que de niños
y niñas menores de 15 años. Asimismo, se destacan
dos características del proceso de envejecimiento: la
feminización y el envejecimiento del envejecimiento.
Es fundamental que los medios de comunicación
informen acerca de este fenómeno particular que
convierte a las personas mayores en protagonistas de
un cambio demográco que recongurará la sociedad.
3. Visibilizar la convivencia de múltiples formas de
transitar la vejez y resaltar la heterogeneidad de
las personas mayores.
Las personas mayores conforman el sector más
heterogéneo de la sociedad porque el proceso
de envejecimiento es multidimensional y varía de
acuerdo a los lugares donde se vive, a las tradiciones
y costumbres, al tipo de trabajo realizado, entre
otros. En este sentido, es importante que los medios
visibilicen las múltiples maneras de vivir la vejez para
expresar las diversas características de las personas
mayores.
4. Evitar las coberturas mediáticas que privilegian
una mirada estrictamente médica y las posturas
paternalistas e infantilistas hacia las personas
mayores.
Es aconsejable, construir mediáticamente la vejez desde
un enfoque gerontológico. Esto supone una mirada
interdisciplinaria, biopsicosocial, cultural e integral,
para superar la mirada comunicacional netamente
médica que habilita la construcción predominante de
las personas mayores como “enfermas” y que aanza
una imagen social discriminatoria y estigmatizante
hacia ellas. Asimismo, se recomienda evitar el uso
de frases paternalistas que pueden devenir en la
infantilización de la persona mayor, consolidando
otro prejuicio: “los viejos son como los chicos, hay que
cuidarlos”. La vejez no está constituida por un grupo
de sujetos en riesgo por su condición etaria, sino que
las condiciones económicas y culturales son las que
conguran, como en todas las etapas vitales, el marco
de vulnerabilidad.
5. Incluir el testimonio de las personas mayores e
incorporar nuevas y diversas temáticas e imágenes
vinculadas a este grupo en las agendas mediáticas
para ampliar las representaciones de la vejez.
Esto permitirá la visibilización -mediante la propia voz
de las personas mayores- de otras representaciones y
contribuirá a la construcción de un signicado social
más positivo de la vejez. Es importante que los y
las comunicadores/as también asuman una actitud
creativa y de investigación a la hora de diseñar y
producir contenidos e indaguen sobre actividades,
problemáticas e intereses en los numerosos ámbitos
en los que suelen participar las personas mayores
(centros culturales, universidades, clubes, fundaciones,
etc.). Asimismo, es conveniente prescindir del uso
reiterativo de imágenes de personas mayores con
boinas, bastones, anteojos u otro recurso de apoyo
técnico porque refuerzan el “estereotipo clásico de
persona mayor”.
6. Evitar el uso de expresiones que asocien a las
personas mayores con la pasividad, la inactividad,
la tristeza y el aislamiento.
Es relevante trabajar desde el paradigma de vejez y
envejecimiento activo que, por un lado, cuestiona los
prejuicios negativos hacia personas mayores y, por
el otro, promueve los espacios de participación. Con
ese objetivo, es importante resaltar las características
positivas de la vejez, por ejemplo, tener mayor
experiencia o trayectoria vital y contar con más tiempo
libre para retomar o emprender actividades. Esta
actitud no implica negar los elementos perjudiciales
que puede presentar el proceso de envejecimiento,
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sino focalizar en el valor de la participación de las
personas mayores en la sociedad.
7. Visibilizar la sexualidad y la diversidad sexual
durante la vejez, respetando las orientaciones
sexuales y el principio de autodeterminación de
las identidades de las personas mayores.
Las personas mayores tienen una vida sexual activa,
son sujetos deseados y deseantes. Sin embargo,
los cuerpos viejos, asociados a la fealdad y la
decrepitud, suelen ser ridiculizados, invisibilizados
y/o desexualizados. Esta mirada sesgada se fortalece
cuando las personas mayores no se identican con
el modelo social heteronormativo, tal como sucede
con travestis, transexuales, intersexuales, bisexuales,
lesbianas y gays porque, según los y las especialistas,
la vejez conlleva la “norma de la heterosexualidad”
con mayor rigidez que otras etapas vitales. Por ello es
importante visibilizar la diversidad sexual en la vejez e
identicar las problemáticas particulares respecto a la
sexualidad en esta etapa del curso de vida.
8. Identicar los distintos tipos de discriminación y/o
maltrato que pueden sufrir las personas mayores,
entre ellos, el viejismo.
El “viejismo” es uno de los tipos de maltrato más
habituales a nivel mundial, consiste en la discriminación
basada en la edad y puede operar de manera
inconsciente, sin intención de dañar o discriminar. En
nuestra sociedad, está naturalizada la idea de que la
vejez tiene que ser disimulada o retrasada mediante
todo proceso físico posible y, justamente por eso,
el viejismo puede actuar sin ser advertido. Esta
“discriminación sutil” maniesta que el status social
de la persona mayor está en claras condiciones de
inferioridad. Asimismo, también se puede identicar
otros tipos de maltrato como el físico, psíquico,
económico, moral que vulneran el derecho humano y
la libertad individual de las personas mayores.
9. Incorporar en las agendas informativas el 1°
de octubre, Día internacional de las Personas
Mayores, y difundir los derechos de este grupo
social.
El 14 de diciembre de 1990, Naciones Unidas instituyó
al 1° de octubre como el “Día Internacional de
las Personas Mayores” con el objetivo de apoyar
actividades que posicionen a las personas mayores
como protagonistas en la esfera social. La fecha
también invita a reexionar sobre aquellos prejuicios y
estereotipos que circulan sobre la vejez y a promover
los derechos estipulados en la Convención: a la igualdad
y no discriminación por razones de edad, a la dignidad,
a la independencia y la autonomía, a la participación
e integración comunitaria, a la seguridad, entre otros.
10. Garantizar la accesibilidad para promover la
independencia y la autonomía de las personas
mayores.
La disminución de la audición y la visión es un problema
común durante la vejez, por eso es necesario crear
las condiciones técnicas necesarias para garantizar
los derechos que consagra la Convención. Asimismo,
el artículo 66 de la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual identica las herramientas de accesibilidad
que deben respetar los servicios de comunicación
audiovisuales para el acceso y el disfrute de todas
las personas con cualquier limitación: subtitulado
oculto, lengua de señas argentina y audio-descripción.
En cuanto a los espacios, es importante propiciar
la accesibilidad física para posibilitar la autonomía
y participación plena de todas las personas, lo que
implica considerar lugares señalizados y de traslados
libre de obstáculos para quienes tengan movilidad
reducida, entre otros (Defensoría del Público, 2020).
Conclusiones
Aunque los medios de comunicación, más que generar
o formar actitudes las fortalecen y reorientan, su
inuencia tiende a ser cada vez mayor si se tiene en
cuenta la tendencia al predominio de la sociedad
mediatizada por la tecnología, que busca muchas
formas atrapar la atención de los diversos auditorios.
El contraste entre la disminución paulatina de los
hábitos de lectura y el incremento en el consumo de
medios de comunicación audiovisual, particularmente
la televisión y en algunos casos del Internet, son un
llamado de atención para destacar la responsabilidad
de los medios, no sólo en relación con la presentación
de imágenes de la vejez, principalmente en relación
con estilos y condiciones de vida (Centro de Psicología
Gerontológica de Colombia, 2002).
El uso del lenguaje en los medios de comunicación no
es inocente. A veces puede ser por desconocimiento,
otras veces por malicia. Lo cierto es que los periodistas
deben reexionar sobre la manera de abordar
determinadas noticias, y el lenguaje que emplean
en su difusión. El lenguaje no es inofensivo. No es lo
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mismo decir “viejo” que adulto mayor. Viejo puede
ser un mueble, aunque ahora hay una moda vintage
que intenta recuperar y poner en valor determinadas
antigüedades. Aprovechemos entonces esa moda
para cambiar el lenguaje, y expresarnos con mayor
corrección y respeto cuando hagamos referencia a
nuestros adultos mayores.
Referencias bibliogcas
Denis McQuail (1983). Introducción a la teoría de la
comunicación de masas, Paidós, Barcelona, p. 59.
Defensoría del Público de Servicios de Comunicación
Audiovisual: https://defensadelpublico.gob.ar/
reflexiones-sobre-vejez-y-envejecimiento-en-
los-medios-audiovisuales-junto-a-estudiantes-
secundarios/ y https://defensadelpublico.gob.
ar/tratamiento-responsable-sobre-las-personas-
mayores-en-los-medios-audiovisuales/.
Frávega, Adriana; Mársico Virginia.
Representaciones y prácticas de recepción de las
personas mayores frente a los discursos sociales
en el marco de la Ley de Medios argentina. http://
sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/44862.
Puca Molina, R. (2016). Los Adultos Mayores de
Santa Cruz van a la Universidad. Extensión En Red,
(7), 309-316. Recuperado a partir de https://perio.
unlp.edu.ar/ojs/index.php/extensionenred/article/
view/3370.
Ministerio de Comunicaciones (julio 2002).
“Comunicación y envejecimiento. Ideas para
una política”. Dirección de Comunicación Social.
Centro de Psicología Gerontológica – CEPSIGER.
Bogotá, D. C., Colombia.
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