102
compromiso social
COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 4, Año 02. Vol 2 Jul-Dic. 2020.
tomando en cuenta la trama fundamental del mismo,
sus fuerzas (potencialidades) y sus debilidades
(problemas), a partir del cual se construyen objetivos
de planicación.
En cuanto a la perspectiva metodológica utilizada se
hizo propia la perspectiva “bajo la premisa de que
la diversidad sociocultural del mundo supone una
diversidad epistemológica, es decir una ecología de
saberes. Para ello, es fundamental generalizar las
prácticas integrales en los y las estudiantes para la
convivencia natural de la investigación y extensión en el
cursado, también en la incorporación desde un vínculo
dialógico-crítico con actores sociales organizados y en
procesos de luchas” (Medina, Tommasino. 2018).
Es decir que mediante la investigación participativa
entre la educación superior y la educación secundaria,
se promovió el conocimiento a través del intercambio
de experiencias y saberes por medio del vínculo, entre
los actores de ambas instituciones académicas.
El trabajo se realizó en dos etapas: de carácter
exploratoria y descriptiva, por un lado se efectuó un
diagnóstico comunicacional y por el otro un mapeo de
actores, con seguimiento amplios de aproximación y
detección de informantes principales y contextuales,
pero con recolección de información sistemática
(organización y análisis multimedial de antecedentes,
fuentes documentales, archivos, mediáticas,
publicaciones especializadas, teorías).
En cuanto al mapeo de actores e instrumentos de
recolección cualitativos, particularmente entrevistas
en profundidad, se logró recuperar la voz tanto de los/
as estudiantes como de los/las docentes universitarios,
para establecer y conocer estrategias de intervención
que ayuden no sólo al acceso, sino a la permanencia y
egreso.
En este sentido se implementó la utilización de
la Extensión Crítica que consiste en procesos
extensionistas que partiendo de criticar ‘el mito de
la neutralidad de las ciencias’ se organizan como
colaboración y diálogo con sujetos populares o
sectores ‘postergados’ de la sociedad en torno a
procesos educativos organizativos e investigativos
con un n transformador (Erausquin, Zabaleta. 2014).
Es decir que el territorio tiene un papel primordial al
momento de establecer fortalezas con las distintas
comunidades, las cuales se encuentran insertas en
los ámbitos educativos y generan ese intercambio
que pretende concretar la articulación escuela media-
universidad. Para esto, el rol del equipo de Extensión
Universitaria resultó crucial para la vinculación
institucional, puesto que en muchas situaciones se
precisó de la intermediación entre la escuela y la
universidad, o bien, se presentaron casos donde
se requiere conversar cuestiones vinculadas a las
necesidades de cada institución, las cuales presentan
una historia particular, una población y características
propias.
Partiendo de la concepción Freiriana de praxis,
entendida como la reexión y acción de las mujeres
y hombres sobre el mundo para transformarlo,
podemos aquilatar la dimensión de los procesos de
sistematización. La concebimos como un esfuerzo
sistemático y metódico de pensar y repensar nuestras
prácticas.
La praxis de la que hablamos en un inicio, no es sólo
la articulación de la teoría con la práctica, implica
procesos de transformación de la realidad, por eso,
sostenemos que la sistematización constituye un
proceso imprescindible para la praxis transformadora.
Lo será si de transformar estamos hablando, solo un
ejercicio intelectual o académico, interesante pero no
imprescindible, si esta articulación no tiene como n
transformar la realidad.
Pero, además, y retomando una de las líneas de
pensamiento sobre la sistematización vinculada a la
participación de los actores, será transformadora en
un sentido de emancipación o de liberación si incluye
denitivamente a los actores de los procesos en el
acto o serie de actos que transcurren desde la práctica
a la teoría, o desde la acción a la reexión en un espiral
dialéctico de profundización de cada uno de los sub-
procesos. (Tommasino, 2012, p.7).
Si bien esta es una exploración necesaria,
absolutamente válida por la novedosa y creativa
utilización de los mismos en la construcción de la
cultura política, que socava muchas de las certezas
de las teorías críticas con respecto a las tecnologías
de la información, los nuevos movimientos proponen
interrogantes sobre los modos en que se están
construyendo los sentidos en torno a la subjetividad,
el poder, la territorialidad, en n, los modos en que se
está nombrando un nuevo mundo.
Pág. 97-106
Luis Barreras, Ayelén Suyay Gómez, Milena Hidalgo