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COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 3, Año 02. Vol 1 Ene-Jun. 2020.
Resumen
La actual investigación lleva como nalidad responder
la pregunta ¿Cuáles son los retos y desafíos de las
mujeres alcaldesas para alcanzar el gobierno local
y liderar el desarrollo, en contextos donde la cultura
patriarcal está arraigada? Dicha investigación, procura
vislumbrar: la participación política de las mujeres en
contextos sociales, condicionantes socioculturales
y visión política del desarrollo con perspectiva de
género. Se ha tomado de referencia, para este estudio,
una muestra de la población y dos alcaldías lideradas
por mujeres en dos municipios, como también dos
lideresas comunitarias, del Departamento de Santa
Bárbara.
Para su mejor comprensión, se proyecta una
interrogante que lleva a conocer, los elementos que
la población determina, sobre la participación de la
mujer en el poder político, ante la desventaja de ser
mujer; tomando en cuenta que se vive en una sociedad
patriarcal profundamente arraigada. Además, cómo
este hecho impacta en el desarrollo local. Con el n de
ahondar en la problemática se hace una caracterización
de los contextos, en que se encuentran sumergidas las
mujeres alcaldesas de los municipios de San Nicolás,
y Santa Bárbara, respectivamente. En el estudio se
detallan las acciones que ellas realizan.
Palabras clave
Escasa participación política de las mujeres, gobiernos
locales, cultura patriarcal, condicionantes socioculturales,
perspectiva de género.
Abstract
The research aims to answer the question: ¿What
are the challenges of women mayors to achieve
local government and lead development, in contexts
where patriarchal culture is rooted? This research
tries to glimpse: the political participation of women
in social contexts, sociocultural determining factors
and the political vision of development with a gender
perspective. For this study, it has taken a reference
sample of the population and two mayoralties led by
women in two municipalities, as well as two community
leaders, from the Department of Santa Bárbara.
La escasa participación política de las
mujeres en liderazgo de los gobiernos
locales: casos especícos de
alcaldesas municipales de San Nicolás
y Santa Bárbara, Honduras año 2019
The Low Political Participation Of Women In Leadership Of Local Governments:
Specic Cases Of Municipal Mayors Of San Nicolás And Santa Bárbara,
Honduras Year 2019
©
Copyright 2020. Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua)
Todos los derechos reservados
Nancy Raquel Portillo Gómez
https://orcid.org/0000-0002-3458-5719
nancypor76@gmail.com
La escasa participación política de las mujeres en liderazgo de los gobiernos locales: casos específicos de
alcaldesas municipales de san nicolás y santa bárbara, honduras o 2019
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For your better understanding, is projected a
question that leads us to know the elements that the
population determines on the participation of women
in political power due to the disadvantage of being
a woman, considerating that they live in a deeply-
rooted patriarchal society. Furthermore, how this
fact impacts on Local Development. In order to delve
into the problem, a characterization of the contexts is
made, which the women mayors of the municipalities
of San Nicolás and Santa Bárbara, respectively, are
submerged. The study details the actions they carry
out.
Keywords
Low political participation of women, local governments,
patriarchal.
Introducción
Los gobiernos locales latinoamericanos carecen de
pluralidad de género, puesto que son mayoritariamente
encabezados por hombres. Claramente no se verica
una correlación positiva entre mayor cercanía y
mayor participación de las mujeres en los cargos de
representación y dirección. Por lo cual, el principio de
proximidad que legitima especícamente al gobierno
local, no funciona como principio que favorece la
equidad de género. (Citado por Alejandra Massolo,
2007, pág.47).
Mientras las mujeres no se empoderen de ese derecho
que la democracia les otorga, difícilmente lograrán
alcanzar un equilibrio con respecto a los hombres
en liderar los gobiernos locales; así como también se
podrá apuntar al desarrollo de las sociedades.
Es preciso señalar que, en América Latina, a pesar
de los acuerdos internacionales, los esfuerzos por
promover la participación política de las mujeres en la
toma de decisiones, en el ámbito local, siguen siendo
inferiores a la de los hombres. Ha quedado evidenciado
que los intereses y necesidades, no están siendo
adecuadamente considerados en la planicación y
gestión local. La participación política, es un concepto
que va unido de forma obligada, a la democracia,
en donde la política es una actividad orientada en
forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo
para para alcanzar ciertos objetivos, encaminados
al bien común. Uno de los pilares importantes de la
democracia es la equidad e igualdad.
Honduras es un país donde históricamente la
participación política femenina ha sido muy limitada
por diversos factores. A pleno 2020 se puede constatar
que los espacios de poder local como ser las alcaldías,
solo están siendo liderados por 21 mujeres alcaldesas
representando el 7%, de las 298 alcaldías. (Tabla 1). A
pesar, de que la población femenina, es mayoritaria en
el país.
Tabla 1. Participación política por sexo en Honduras, en los gobiernos locales, en los últimos años
Población Hombre Mujer Totales
Diputados (as) Propietarias (os)
75%
90
25%
38
100%
128
Alcaldes y Alcaldesas
93%
277
7%
21
100%
298
Elaboración propia en base: Encuesta Permanente de Hogares, junio 2015
Este es un buen punto de partida para detenerse y
determinar que éste es un fenómeno social, el cual es
urgente estudiarlo con detenimiento y profundidad,
para encontrar sus causas principales y el impacto
del mismo. Como bien lo apunta Alejandra Massolo
(2007), los gobiernos locales no funcionan como
principio que favorece la equidad de género ya que
mayoritariamente están siendo liderados por hombres
(Massolo, p.47).
En el caso del departamento de Santa Bárbara, de sus
28 municipios 8 alcaldías están siendo lideradas por
mujeres. Dicho departamento se encuentra ubicado
en el sector occidental del territorio hondureño, con
una extensión territorial de 5,013 (Km2). Su densidad
poblacional es de 86.75 (hab/Km2). Cuenta con 370
aldeas, y 1,128 caseríos. Según el censo de Población
y Vivienda del INE (2015). Además, tiene 434,896
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habitantes de los cuales 214,172 son mujeres y 220,724
hombres.
Asimismo, el municipio de San Nicolás, se encuentra a
13 kilómetros al sur de la cabecera departamental de
Santa Bárbara; su extensión territorial es de 101 Km2.
Colinda al Norte con el Municipio de Nueva Celilac. Al
Este con los Municipios de Santa Bárbara y al Oeste con
los Municipios de Atíma. Al Sur con los Municipios de
San Vicente, Centenario, la Arada, y el Departamento
de Lempira.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística
(INE, 2015), San Nicolás es un municipio relativamente
pequeño con 19 aldeas y 24 caseríos; tiene una
población de 14,368 habitantes de los cuales 5,627
viven en el área urbana y 8,740 habitan en área rural.
Esta misma fuente apunta que del total de la población
el 50.73% son hombres y un 48.27% son mujeres. El
índice de pobreza oscila en un 64%. Su rubro de mayor
ingreso es el café y otros productos agrícolas (INE,
2013).
Por otra parte, el municipio de Santa Bárbara se
localiza en la parte Sureste del Departamento del
mismo nombre y tiene una extensión territorial de
301 Km2. Los límites geográcos son los siguientes:
al Norte con los municipios de San José de Colinas,
Gualala e Ilama, al Sur: con los municipios de Ceguaca
y Concepción del Sur, al Este con los municipios de Las
Vegas y Santa Cruz de Yojoa (en el departamento de
Cortés), al Oeste, con los municipios de Nuevo Celilac,
San Nicolás, San Vicente Centenario y Arada. Tiene una
topografía irregular en la que sobresale La Montaña
Santa Bárbara con una altura de 2.744 metros sobre el
nivel del mar. (Fuente: Diagnóstico Municipio de Santa
Bárbara, Santa Bárbara, COFINSA, 2005 p.5).
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística
(INE 2020), es un municipio relativamente grande con
19 aldeas y 122 caseríos; tiene una población según esta
misma fuente de 45,812 personas, de los cuales viven
en el área urbana 27,455 y en el área rural 18,357. Del
total de la población el 49.4% son hombres 50.6% son
mujeres. Su rubro de mayor ingreso es el café, y otros
como la ganadería silvicultura y pesca (INE, 2018).
Planteamiento del problema
Históricamente la participación de las mujeres en el
ámbito público se ha visto limitado por los mandatos
y los roles que la misma sociedad patriarcal ha
dictaminado a hombres y mujeres. El espacio público
ha sido de uso exclusivo a hombres; permitiéndoles a
ellos oportunidades de relaciones más amplias y libres.
En cambio, a las mujeres, se les delegó el ámbito
privado cuya función exclusiva es la reproducción
biológica y social; un hecho que les impidió ampliar sus
redes de relaciones sociales. Esta situación provocó
un impacto signicativo, por la escasa participación
que ellas tuvieron en el desarrollo comunitario. Dicha
realidad ha permitido y ha dado como resultado: un
ser social, con las características de ser una mujer
sumisa, excluida y estigmatizada, por ella y por los
demás. Valoraciones sociales que culturalmente son
aceptadas e institucionalizadas.
La escritora y académica Marcela Lagarde (1996),
explica que, en las sociedades patriarcales, la gura del
patriarcado como sistema sociocultural de dominación
masculina; “es un orden social genérico de poder,
basado en un mundo de dominación cuyo centro de
poder es el hombre. Desde luego, el principio básico de
acumulación de poder de dominio es el derecho de los
hombres a expropiar a las mujeres de sus creaciones,
bienes materiales y simbólicos y, en denitiva, sus
cuerpos. La propiedad de género es exclusiva de los
hombres”. (Lagarde, 1996, págs., 52-53).
Con el surgimiento del debate de género ha sido posible
profundizar aún más en el mundo de las desigualdades
sociales entre los sexos. Hay que establecer que no se
trata de una batalla o de una lucha campal entre los
sexos, este hecho responde a una herencia cultural
dejada por la cultura patriarcal.
El reconocimiento entre ambos géneros, pero a la
vez una búsqueda por romper con la desigualdad
de género, con la hegemonía unilateral y exclusiva,
que han provocado relaciones sociales opuestas y
contradictorias. El punto central de la discusión está
en las relaciones de poder y hegemonía, que en este
caso son impuestas por un determinado género, en
otras palabras, la negación de la mujer y el absolutismo
del hombre. La concepción misma del género se
constituye en una construcción política que maniesta
una visión excluyente. El género es entendido como
los roles sociales asignados a hombres y mujeres en
La escasa participación política de las mujeres en liderazgo de los gobiernos locales: casos específicos de
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una sociedad patriarcal; cuya característica principal
de éste sistema social es la visión antropocéntrica.
Por lo tanto, es desde los espacios de socialización,
como las estructuras sociales, donde se construye el
género, y es en las interacciones sociales impregnadas
de un sistema cultural, que se reproducen. Son los
hombres y las mujeres que viven en el entorno social
que rearman esa desigualdad en las relaciones que se
establecen. Los elementos culturales son los que dan
sentido y legitimidad a los roles y mandatos sociales de
género. Para Lagarde (1996), el sistema cultural ha sido
el más estratégico en la construcción social, ya que la
intersubjetividad, oculta, hace que se reproduzcan
normas, costumbres y valores que de una manera
inconsciente rearman las desigualdades de género
(Lagarde, 1996, pág.27).
Contraria a esta realidad, algunas mujeres asumen el
reto de trasgredir el orden de lo establecido, ya que su
identidad de género las ha llevado a reexionar que las
mujeres tienen la capacidad para aportar al desarrollo
social. Las mujeres y los hombres son sujetos racionales
que, por igual, pueden aportar al desarrollo. Pero
las rutinas y los roles asignados, no contribuyen en
nada. No se puede impulsar un verdadero desarrollo
si dentro del mismo, las mujeres están excluidas y
no participan. No se puede pensar en el desarrollo
si no existe una participación con equidad. Ya que el
desarrollo no es un hecho especico y exclusivo de un
solo género, es parte y contraparte de un proceso de
consultas y consensos; un fenómeno que si contribuye
al sostenimiento del tejido social y a una cohesión más
fuerte y sólida.
Cabe destacar que los hombres y las mujeres juntos
pueden apostar a una visión del desarrollo; de manera
integral y complementaria. Un ejemplo de muestra, es
la familia como primer núcleo social. Cada sociedad y
cada época tienen su propia formulación o concepción
sobre qué es el desarrollo, y a que responden las
convicciones, expectativas y posibilidades que
predominan en él. En denitiva, el concepto de
desarrollo se relaciona con la idea de futuro que cada
sociedad se propone como meta o n para el bienestar
del colectivo humano (Dubois, s/f, pág.3). No puede
haber proyecto de desarrollo sin que la gente no sea
participe del mismo.
La metodología utilizada es de carácter cualitativo
haciendo uso del estudio de casos, para lo cual
se visitaron dos alcaldías que estuvieran bajo la
coordinación de una mujer, en el cual se utilizaron tres
instrumentos de campo, que contienen preguntas
abiertas con elementos económicos, culturales,
políticos y sociales; se procedió a entrevistar a las
alcaldesas, lideresas comunitarias y a la población en
general de ambos municipios. Una vez concluida la
información, se procedió a tabular la misma y hacer su
respectivo análisis para luego obtener los resultados
que contiene dicho artículo.
Resultados
En cuanto a la población de los dos municipios
estudiados, en su mayoría es población joven. En ambos
municipios la población de mujeres es casi por igual,
representando un 50% con respecto a los hombres; lo
cual le da una mayor cuota de participación por igual
entre hombres y mujeres.
No se puede hablar con certeza cuales son los
indicadores de la pobreza que actualmente tienen
ambos municipios, ya que no tienen datos actualizados
y sus bases de datos sufren un rezago en cuanto a la
realidad de los dos municipios.
En ambos Municipio las oportunidades que tienen
las mujeres para estudiar es limitada; tomando en
cuenta que se vive en una sociedad con patrones
patriarcales, las estructuras de los roles sociales están
bien marcados, las mujeres en el hogar y los hombres
fuera de él. El poder local históricamente se registra
asumido por hombres; de acuerdo a los hallazgos en
ambos municipios solo ha habido dos mujeres que
han ganado este espacio. En el caso del Municipio de
San Nicolás, su alcaldesa es madre soltera, elemento
que desde la cultura patriarcal tiene un signicado;
contrario a la alcaldesa del municipio de Santa Bárbara,
que está casada y su esposo es diputado. La alcaldesa
de San Nicolás antes de convertirse en gobernadora
de dicho municipio, no tenía una trayectoria política
familiar; ella surge desde las aulas de clases siendo
docente. La impresión que la población sostiene
de las mujeres que lideran los gobiernos locales a
diferencia de los alcaldes hombres, es que ellas, son:
ordenadas, saben escuchar, sensibles a los problemas,
comprometidas, saben invertir su tiempo, son sagaces,
visionarias, estratégicas. Esto demuestra que hay una
valoración que trasciende en la costumbre y por ende
en la cultura patriarcal. La perspectiva de género no
es muy bien comprendida ya que consideran que
al referirse a este aspecto es trabajar solo con las
mujeres, atendiéndoles sus demandas más inmediatas
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(domésticas). Un ejemplo es el accionar de las Ocinas
Municipales de la Mujer (OMM); donde las mujeres
responsables de estas instancias, no manejan un
discurso de género y solo son activistas que resuelven
únicamente situaciones inmediatas con respecto a las
mujeres. Es necesario que las alcaldesas comprendan
la teoría de género, que esta sea parte de su discurso
y de sus acciones para lograr una proyección política y
administrativa, más ecuánime.
Otro de los hallazgos en este estudio es que no existe
visión política del desarrollo, una particularidad
generalizada que se da por la ausencia de formación.
Existen planes de desarrollo que están orientados
a resolver problemas. Pero aún falta una visión
estratégica. Entonces; existe voluntad política pero
se carece de formación, pero además del personal
indicado, que tengan el perl apropiado para que su
aporte sea más allá de un activismo. Lo que diferencia
en el cargo es el sexo, es decir las mujeres muestran
rasgos más humanos en contraste con los hombres.
La gestión del desarrollo la ven hacia afuera y
exclusivamente desde la dimensión económica y en
este caso lo nanciero.
De manera particular, la alcaldesa Carmen Alicia Paz,
ha demostrado su capacidad humana a lo largo de los
dos períodos de mandato. Su gestión se ha enfocado
en el individuo, en la búsqueda del bienestar, tratando
de articular todas las organizaciones existentes, para
empoderarlas en cada uno de los proyectos que se
llevan a cabo; en la búsqueda y propósito de mejorar
las condiciones de vida.
La alcaldesa del municipio de San Nicolás no sabe cuál
es el índice de pobreza, pero sí conoce algunas causas
que la generan, como por ejemplo el monocultivo
del café. Su propuesta de huertos comunitarios
o familiares, es un ejemplo para romper con el
monocultivo como alternativa de desarrollo y aminorar
la pobreza. La intención por parte de las alcaldesa
de San Nicolás, es mejorar la calidad de vida de la
ciudadanía de manera amplia, ya que para ello, hace
uso del enfoque programático; dejando en segundo
plano los proyectos de infraestructura.
Por otro lado, se carece de una agenda de género que
perle nuevos liderazgos y debates sobre el poder
local y además que devele la inequidad de género. Aún
las alcaldesas desconocen los indicadores estratégicos
en el tema de la desigualdad; como por ejemplo la
pobreza. La desigualdad en la distribución de recursos,
es la forma clave de injusticia de género.
Tabla 2. Concicionantes socioculturales
Condicionantes de género Elementos determinantes en su rol social
Ser mujer Mujer emprendedora, sagaz, gestora, estratega, visionaria,
humanitaria, inteligente, creativa, responsable, comprometida,
apertura, profesional del derecho y educación, entre otros.
Madre soltera Digna de admirar como madre emprendedora con sus hijos.
Una profesora admirada y respetada por su desempeño.
Honesta.
Madre sola de dos hijos.
Edad y sexo Es una mujer relativamente joven.
El tiempo Ordenada y planicada
No existe un estatus social
reconocido tanto políticamente y
económicamente
Posee una formación política de base de producto de procesos de
formación del movimiento social.
Estructura municipal que posee un 50%
de participación de hombres.
Se da a respetar y asume un liderazgo abierto y respetuoso.
Participación abierta.
Fuente: Elaboración propia
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Conclusiones
Los grandes retos y desafíos de las mujeres alcaldesas,
no es tanto enfrentar la cultura patriarcal; es el carecer
de las herramientas teóricas y prácticas necesarias,
para abordar el desarrollo local. Así, como poder
comprender desde una perspectiva de género el papel
del poder en el ejercicio político, como sustancia para
la búsqueda del bien común. Existe mucha voluntad
política; para enfrentar los grandes retos, pero faltan
programas que atiendan los problemas más prioritarios
y formar cuadros para el desarrollo local, que den
respuesta profesional y humana a las necesidades.
Los dos lugares estudiados tienen bien arraigados los
roles, estereotipos y mandatos de género enmarcados
en la cultura patriarcal; pero la población reconoce
que las mujeres son capaces para asumir liderazgos
sociales. La diferencia que remarca la población entre
el mandato de un alcalde y una alcaldesa no es su visión
del desarrollo, sino que es su accionar.
Aún falta perlar las bases para impulsar un enfoque
de desarrollo desde la gente y para la gente. Se carece
en las alcaldías, de estudios que contribuyan a hacer
factible este propósito y este ideal.
La Ocina Municipal de la mujer (OMM), tendrían que
ser la expresión de las alcaldías lideradas por mujeres;
pero no entienden el enfoque de género, siguen
confundiendo que hablar de género es referirse solo a
mujeres y trabajar con las mismas.
Las mujeres alcaldesas desaaron los condicionantes
socioculturales, el ser mujeres, madres, esposas; no
fue un impedimento para alcanzar éste espacio que
les había sido negado por la sociedad patriarcal. La
exclusión y la desigualdad son temas que se deben
abordar desde el hogar teniendo su continuidad en las
aulas de clases, para evitar seguir replicando la cultura
patriarcal, ya que esta es un atraso para el desarrollo.
El historial político no es un determinante para que
una mujer logre un espacio en los gobiernos locales, el
carisma, entrega la capacidad, honradez, compromiso
y el reconocimiento social son determinantes. La
cultura patriarcal no determina el ser electas.
La dimensión cultural se sigue considerando como un
medio y no como un n en el desarrollo. Se debe de
llegar a reconocer qué se tiene y para qué se quiere.
No existen estudios actualizados sobre las situaciones
socioeconómicas de las comunidades; mucho menos
del entorno donde se encuentran ubicadas las alcaldías,
pero es evidente que la brecha de la desigualdad está
bien acentuada. Es importante levantar la línea base o
actualizar datos existentes.
En los municipios donde se llevó a cabo el estudio no se
encontraron algunos datos estadísticos actualizados,
que son los que permiten obtener indicadores que nos
muestran sus avances o retrocesos del municipio. Es
evidente que no existe una visión del Desarrollo.
Cabe subrayar que las mujeres que han sobrepasado
altos niveles académicos o puestos políticos han tenido
que recongurar los roles y mandatos de género;
es necesario aclarar que la participación política en
el caso de las mujeres es aun restringida. Se sigue
manejando el “poder sobre”. Las razones podrían ser
varias, desde posiciones que maniestan exclusión,
estigmatización y hasta desvalorización por parte de
las mismas mujeres. La crisis de identidad de género y
la cultura machista podrían ser los obstáculos.
Referencias bibliogcas
Alfonso Dubois, s/f, (2011). Un concepto de
desarrollo para el siglo XXI
Lagarde, M. (1996). Desde el Feminismo.
COFINSA (2005) Diagnóstico Municipio de Santa
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Massolo, A. (2007). Participación política de las mujeres
en el ámbito local en América Latina. Santo Domingo,
República Dominicana: Instituto Internacional de
Investigaciones y Capacitación.
Informantes: Alcaldesa de San Nicolas: Carmen
Alicia Paz, Alcaldesa de Santa Barbara: Fatima Juarez,
Liderezas comunitarias: Betty Vasques y Maria
Contreras, Coordinadoras de la Ocina de la Mujer:
Telma Arias y Tita Lizeth Pineda, Vice alcalde de San
Nicolas: Edas German Pineda. Poblacion en general de
ambos municipio.
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