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compromiso social
COMPROMISO SOCIAL. Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,
N° 5, Año 03. Vol 1 Ene-Jun. 2021. 
También se puede observar en la misma tabla, la 
diferencia sustancial entre la cantidad de actividades 
de deporte con relación a las actividades culturales. 
Esto se determina en parte, porque existen más 
disciplinas deportivas que culturales. Las disciplinas 
deportivas son: Voleibol, tenis de mesa, ajedrez, karate 
y tae kwon do, más otras actividades que se practican 
de forma esporádica como el basquetbol, atletismo, 
béisbol y fútbol. Por la parte de cultura, solo se cuenta 
con dos disciplinas: música y danza. Cada una de estas 
disciplinas, culturales o deportivas, por lo general 
mantienen inscritos entre 25 a 30 estudiantes, en 
dependencia de los horarios académicos por semestre. 
Por lo cual, la participación de los estudiantes en 
deporte y cultura se mantiene en un rango entre 250 
a 300 estudiantes en cada semestre: un 16% de la 
matrícula de la facultad.
Otro aspecto relevante a observar en la tabla 1, es que 
las actividades tienen su mínimo nivel de participación 
en 2018, debido a la desestabilización generada 
en el país por el intento de golpe de Estado y su 
ensañamiento con la universidad pública, por grupos 
armados que saquearon la institución, luego en 2019 
hay una recuperación que sigue en ascenso en 2020 a 
pesar de la pandemia de COVID-19.
Finalmente, si tomamos como ejemplo, el año 2020 
en la tabla 1, es necesario destacar que la suma de 
las  actividades  (dieciocho en  este  caso) reeja  cerca 
del 20% de las actividades que realizan anualmente 
las disciplinas culturales y deportivas. Esta situación 
obedece a dos razones; 1) el boletín publica las 
actividades realizadas por las instancias organizativas, 
pero no la participación cultural o deportiva, 2) Las 
disciplinas que menos reportan actividades al boletín 
son las de cultura; en el registro de los boletines (2018-
2020), no se registró ningún evento del grupo musical 
y solo uno del grupo de danza. En este punto, se debe 
mencionar que, según los promotores culturales, 
muchas de las actividades no son reportadas de forma 
oportuna.
Incidencias de las actividades culturales y 
deportivas en la formación integral
Desde la visión de los estudiantes, las actividades 
culturales y deportivas inciden en ellos, en dos 
direcciones; la primera, en la formación de valores 
como la disciplina, el trabajo en equipo y el liderazgo, 
pero además a no incursionar en “malos caminos” 
como las adicciones o la integración a grupos 
delincuenciales. De forma concreta, Madison (2020) 
—estudiante de primer año de medicina que practica 
karate— expresa que ayuda a “la salud mental, ya 
que como adolescentes tendemos a tener problemas 
de presión (por los trabajos o la familia) o ansiedad, 
y mantener nuestra mente ocupada puede ser de 
muchísima ayuda”. Estos valores se reejan según sus 
propias palabras en “la puntualidad y responsabilidad 
al momento de entregar un trabajo asignado y en la 
solidaridad entre los compañeros de clase”, según 
arma Verónica Ríos (2020) —estudiante de segundo 
año de Trabajo Social que practica Tae Kwon Do— 
continúa: “apoyándonos mutuamente, creciendo 
juntos”.
En segundo lugar, el reconocimiento social que tienen 
los artistas y atletas frente a sus compañeros y el 
resto de la sociedad, es una plataforma para destacar 
socialmente, y que además les abre oportunidades 
laborales, ya sea en el ámbito de la disciplina cultural 
o deportiva que practiquen o en la especialidad de su 
carrera profesional. Lenar Cabeza (2020) -estudiante 
de primer año de economía que practica karate- 
expone “este deporte nos permite abrir puertas, ya 
sea dentro de la universidad o afuera, ¿Cómo abrir 
puertas? Darnos a conocer a través de ello, optar a un 
futuro cargo o un puesto”.
Desde la perspectiva de los promotores culturales 
y deportivos, explica Francisco Rodríguez (2020) 
–entrenador de Tae Kwon Do- que los deportes 
contribuyen con la disciplina del estudiante, que se 
traducen en puntualidad, respeto y tolerancia, que 
los encamina al buen vivir como personas, además, 
añade Rodríguez: “cuando en 2017 aún se escogía a 
la excelencia deportiva y cultural, se le exigía al atleta 
promedios académicos de 90 (…) y la FAREM-Carazo 
siempre obtenía varios reconocimientos de ese tipo, 
lo cual evidenciaba que los muchachos son excelentes 
estudiantes y excelentes atletas”.
Por su parte, Emilio Reyes (músico) y Eduardo Delgado 
(futbol), dejan ver, como ya lo hicieran los estudiantes, 
que estas actividades de extensión, ayudan a los 
estudiantes a establecer vínculos para insertarse con 
mayor facilidad en el campo laboral de su disciplina, o 
como lo comenta David Martínez –un estudiante de 
computación que pertenece al grupo de cultural: “con 
la danza me di a conocer y me han buscado para dar 
clases de danza en colegios y mucha gente me conoce 
por esto”. Así mismo, Emilio Reyes destaca que estas 
Wilmer Martin Guevara
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