Bioconstrucción en Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Modesto Zeledón, municipio de San Dionisio, Matagalpa.

Resumen

En la Antigüedad, las primeras casas y ciudades fueron construidas con tierra cruda, hoy en día, para construir hogares se utilizan materiales de elevadas energías incorporadas, de difícil reciclaje y que en ocasiones incorpora elementos tóxicos para las familias. No obstante, el adobe como material de construcción está disponible en cualquier lugar o comunidad de forma abundante y sin ningún consto alguno para las familias emprendedoras, las ventajas son múltiples como sus mitos, por lo tanto, la Cooperativa de Servicios Profesionales MULTIPRO R.L, decidió lanzar un proyecto piloto “Casa de Adobe” en la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua y Propiedad Colectiva Modesto Zeledón, del municipio de San Dionisio.

Donde se diseñó y construyó la primera vivienda de Adobe reforzado, en el departamento de Matagalpa, dicha técnica de construcción permite fusionar el conocimiento popular ancestral, con el conocimiento de la ingeniería moderna, por lo tanto, si analizamos el impacto del proyecto Casa de Adobe, en el municipio de San Dionisio, encontramos muchas ventajas para las familias cooperativistas de escasos recursos económicos, más cuando vivimos en un país, donde gran parte de la producción social del habita se desarrolla improvisadamente y con materiales poco duraderos. Dicha realidad empuja a las familias nicaragüenses a organizarse en estructuras de base, que le permita luchar contra el déficit habitacional, el hacinamiento y por una vivienda digna para las familias empoderadas.

Siendo el movimiento cooperativista, una figura fundamental en el sector productivo de la economía nacional, además, otra de las características de las organizaciones de base solidarias, es que a través de la autogestión planifican desde el diseño de sus viviendas, hasta el tipo de barrio en el que les gustaría reproducir la construcción social del hábitat. Cabe mencionar, que las cooperativas de vivienda desarrollan sus actividades dentro de una economía de libre mercado, compitiendo con su par, la empresa de capital, pero con una propiedad colectiva y no individual que garantiza que los beneficiados con proyectos habitacionales no pueden enajenar o embargar sus bienes inmuebles.